El nuevo Honda Civic Type R es uno de los automóviles más codiciados por los aficionados. A pesar de costar más de 60.000 euros, el que presume de ser el automóvil de tracción delantera más rápido del mercado cuenta con una enorme lista de espera que hace de él, si cabe, un aún más exclusivo objeto de deseo.
Se trata de una berlina compacta que equipa un motor de dos litros VTEC Turbo de 329 CV a 6.500 r.p.m. y 420 Nm a entre 2.200 y 4.000 r.p.m. Va acoplado a un cambio de marchas manual, de seis velocidades, y es capaz de desarrollar 275 km/h y de acelerar de cero a 100 km/h en 5,4 segundos.
Pero más allá de sus prestaciones puras, el Honda Civic Type R impresiona por los tiempos de sus vueltas rápidas en los diferentes circuitos del planeta, con un registro de 7:44.881 en el Nürburgring Nordschleife y otro de 2:23.120 en Suzuka.
No hay electrificación, cambio automático ni nada que adultere la conducción más pura en el Honda Civic Type R, por lo que nos encontramos ante una auténtica rara avis en los tiempos que corren; un auténtico objeto de deseo para cualquiera que disfrute al volante.
Así es el Honda Civic Type R-GT 500
Por todo ello, la presentación de su derivada más radical es un auténtico acontecimiento. Se trata del Honda Civic Type R-GT 500, la versión de circuitos más radical creado por HRC (Honda Racing Corporation HRC). El departamento de competición de la firma japonesa ha anunciado que en breve llevará a cabo la primera prueba del vehículo en el Circuito Internacional de Okayama, en Japón, de cara a afinar su preparación para su debut oficial en la próxima temporada 2024.
Así, este hipertrofiado Honda Civic Type R competirá en circuitos en la Clase GT500 de la Serie Super GT japonesa, y podría llegar otros campeonatos que compartan esta reglamentación, de la que te detallamos a continuación sus principales características.
La categoría GT500 es la de mayores prestaciones del campeonato Super GT, creado en 1993 y considerado como uno de los campeonatos de turismos más importantes del planeta.
Desde 2014, los GT500 emplean chasis de fibra de carbono y carrocerías que reproducen la silueta de la silueta de los modelos de serie, con profusión de aditamentos aerodinámicos. Los motores son siempre de cuatro cilindros en línea y dos litros, sobrealimentados por un único turbocompresor que les permite desarrollar más de 650 CV.
Dado que el reglamento garantiza una gran igualdad mecánica, la guerra del desarrollo se centra actualmente en la aerodinámica y los neumáticos, con Nissan, Toyota y Honda compitiendo oficialmente en la máxima categoría, mientras Lamborghini, Subaru, Lexus y BMW compiten en la clase inferior GT300, una categoría también muy popular que requiere una menor inversión.
Honda no esconde la importancia de este campeonato y sus aspiraciones, como se desprende de las declaraciones de Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation: “Estamos muy contentos de poder comenzar las primeras pruebas en pista del Civic Type R-GT […] A partir de la temporada 2024, competiremos en la clase GT500 de Super GT […] Nos esforzaremos por ganar el campeonato desde el primer año”.
Así va el campeonato Super GT 2023, en el que competirá el Honda Civic Type R en 2024
En lo que va de año, el campeonato Super GT japonés se encuentra muy abierto, con el equipo formado por los locales Sho Tsuboi y Ritomo Miyata en primera posición, pilotando un Toyota GR Supra GT500. Segundos son los también japoneses Katsumasa Chiyo y Mitsunori Takaboshi, con un Nissan Fairlady Z Nismo GT500, y en tercera posición se sitúan el local Tsugio Matsuda y el italiano Ronnie Quintarelli, con otro Nissan.
Tras haberse disputado tres de las ocho citas programadas para 2022 en los circuitos de Okayama, Fuji y Suzuka, el campeonato disputará carreras durante lo que queda de temporada en Fuji y Suzuka (nuevamente), así como en Murata (Circuito de Sugo), Kamitsue (Autopolis) y Motegi.
Se da la circunstancia de que Honda no gana en el Super GT desde el año 2020, en el que los pilotos Naoki Yamamoto y Tadasuke Makino se hicieron con una apretadísima victoria a borde de su un Honda NSX-G gracias a su única victoria de la temporada, obtenida en la cita final, en Fuji, aventajando por sólo dos puntos al Toyota GR Supra GT500 de Ryō Hirakawa, Kenta Yamashita y el australiano Nick Cassidy, quien disputó las seis primeras pruebas de la temporada dejando su asiento a Yamashita para las dos citas finales.
Así que la firma japonesa está hambrienta de victorias y pondrá toda la carne en el asador para hacer que este Honda Civic Type R-GT 500 devuelva a la firma tokiota al primer cajón del podio.
