La historia confirma que el GP de Azerbaiyán suele desmarcarse del carril tradicional del resto del campeonato. La reciente edición tampoco decepcionó. Y si, además, en solo una de sus siete ediciones coincidían el piloto que lograba la pole y la victoria, Oscar Piastri se encargó de mantener la tendencia, de nuevo en perjuicio de Charles Leclerc y Ferrari.
En otoño ahora, con distinta temperatura y luz que años anteriores, menos adherencia de asfalto, Charles Leclerc mantenía su dominio a una vuelta con la cuarta pole consecutiva. Desde Ferrari se lanzaba un prudente optimismo para esta cita y la próxima de Singapur. Las curvas cortas y de 90 grados favorecían al SF24 como en Mónaco, donde ganaba el monegasco. Como parecía inevitable también en Bakú.
Porque el equipo italiano disfrutaba del monoplaza más competitivo y la oportunidad de reducir distancias con McLaren y Red Bull para el título de Constructores. Sin embargo, tanto como Oscar Piastri logró una extraordinaria victoria, fue esta una victoria perdida para Ferrari. Con sus dos pilotos.
Tres en un puño
“Es una pista en la que puede pasar absolutamente de todo por la naturaleza del circuito. Va a estar muy apretado con los cuatro equipos de cabeza». Carlos Sainz avisaba tras las simulaciones del viernes. Efectivamente, así fue. La carrera tuvo a tres monoplazas distintos pugnando por el triunfo cuando Leclerc, Piastri y Pérez se pegaron como lapas uno a otro desde la primera vuelta y tras perder Sainz la tercera posición de parrilla frente al mexicano.
Se inició así un furioso duelo entre el Ferrari y el McLaren, con el Red Bull a la expectativa y el final de la larga recta de casi dos kilómetros como único punto de adelantamiento. Leclerc controlaba la carrera, incluso llegó a distanciar en casi seis segundos al McLaren antes de la parada en boxes.
Leclerc parecía encaminado a la segunda victoria consecutiva y tercera del año. Mantuvo el liderato tras cambiar neumáticos pero, inesperadamente ventaja se evaporó con el compuesto duro. Piastri no perdonó cuando en la vuelta 20 llegó esa inesperada cuchillada cuando el australiano asestó su golpe desde la distancia para sorprender a Leclerc con la guardia baja.
Piastri, como una bailarina de ballet
Pero si brillante fue el ataque, tanto o más las posteriores maniobras defensivas del australiano, que bloquearon una y otra vez al Ferrari con la elegancia de una bailarina de ballet. Piastri mostraba las formas de un piloto experto, maduro, inmune a la presión.
Y así se mantuvo hasta que el SF24 del monegasco cedió en las vueltas finales con sus neumáticos rendidos a la persecución del McLaren. “Probablemente sea la mejor victoria de mi carrera. Intentar aguantar esa presión durante tanto tiempo, en una carrera que fue increíblemente dura”, reconocía Piastri, que no cometió el menor error bajo la presión de Leclerc.
“Hoy duele”
“Cuando Oscar me adelantó en la curva 1, no me preocupé demasiado. Sólo quería mantenerme dentro del DRS, conservar mis neumáticos e intentar adelantar más adelante”, explicaría Leclerc al terminar para ilustrar su impotencia frente a un brillante Piastri.
“Ha sido una carrera bastante frustrante” se lamentaba al perder la cartera y la victoria de las manos. “El McLaren tenía un paquete de menor carga aerodinámica que nosotros, lo que nos hizo bastante rápidos en la sección del castillo. Sin embargo, en todas las rectas volaron. Probablemente ahí fue donde perdí la carrera. Lo juzgué mal. Un pequeño error de juicio, que tuvo una gran consecuencia. Por eso a veces duele, y hoy duele”.
Dramático final para Sainz y Pérez
Más dolió a Sergio Pérez y Carlos Sainz el desenlace en la penúltima vuelta, que obligó a neutralizar la carrera y terminar bajo el coche de seguridad. Tras su parada en boxes, el español llegó a descolgarse casi 10 segundos del trío de cabeza. Sin embargo, fue el más rápido con el compuesto duro. Con gran gestión de neumático y más joven que los de Piastri, Leclerc y Pérez, remontó para unirse al trío de cabeza en los compases finales.
A falta de tres vueltas, Leclerc dio la señal de alarma por la radio. Sus neumáticos se rindieron. En la primera curva de la penúltima vuelta, Pérez aprovechó para atacar por el exterior, pero el monegasco aguantó, lo que Sainz aprovechó para superar al mexicano. Pero al salir de la segunda curva, ambos monoplazas se tocaron y acabaron de forma espectacular contra el muro.
“Salimos a la curva 2 con mucho espacio entre los dos coches y no esperaba que Carlos entrara tan rápido por dentro, el problema fue que iba más lento que yo y muy rápido y nos tocamos neumático a neumático”, explicaba el mexicano. “Es una pena porque la última persona con la que hubiera querido que ocurriera es con Carlos y terminar el fin de semana para ambos así es un auténtico desastre».
“No lo entiendo”
Sainz lamentaba la gran oportunidad perdida, porque ya tenía la tercera posición ganada al mexicano y a su compañero Leclerc a tiro ante el estado de sus neumáticos. “En un circuito donde normalmente me cuesta, hoy he sido el más rápido en pista en las últimas 20 o 30 vueltas, remontando el tiempo que habíamos perdido en la parada y en la última vuelta antes de la parada. Y sabía que podía pasarlos relativamente fácil porque tenía más ruedas que ellos», reconocía en su frustración.
«He pasado primero a ‘Checo’ y luego atacando a Charles he salido mal de la curva 2, nos hemos puesto en paralelo ‘Checo’ y yo, he hecho la línea normal que hacemos todas las vueltas en este circuito, que te vas yendo lentamente hacia la izquierda y he seguido a Charles, que también lo hacía. Y por una razón que todavía no entiendo del todo, nos hemos tocado”. Leclerc había perdido una victoria casi tan segura como parecía el podio de Sainz.
El incidente permitía subir al podio a George Russell, quien nunca estuvo en carrera con su W15. El resto por detrás ganaba dos posiciones, con Lando Norris en cuarta posición. Si Ferrari aspiraba al botín, era McLaren quien se lo arrebataba, ya que con la victoria del australiano el equipo británico es líder de Constructores “por primera vez en muchos, muchos, muchos años”, recordaba Piastri. McLaren lidera con 20 puntos de ventaja sobre Red Bull, a su vez 21 por delante de Ferrari. El equipo británico era último al comenzar la pasada temporada.
¿“Oportunistic”?
Max Verstappen volvía a perder puntos de su ventaja con Norris tras su quinta posición final (ahora a 59), con Fernando Alonso en una magnífica sexta posición final, totalmente inesperada ante el rendimiento del AMR25 hasta los clasificatorios, donde la octava posición de parrilla (séptima tras la sanción de Hamilton) permitió levantar un muro para controlar a Williams y a Haas. “
Sí, la verdad, muy buena carrera, sólida en el sentido de disputar todo lo que teníamos que hacer, sin cometer ningún error, flexibles en la estrategia, si era una parada o dos, y fuimos decidiendo sobre la marcha cuando alrededor nuestro fueron parando. El ritmo ha sido un poco sorprendente, porque el viernes tuvimos mucha degradación”, resumía Alonso al bajarse de su monoplaza. Hicimos una tanda larga que íbamos parecidos (de neumáticos) a Alex Albon y los Williams iban mucho más rápido, así que hoy teníamos muchas dudas de poder batirles”,
Un satisfecho Alonso solo perdió posición, con Lando Norris “Al final pudimos hacerlo, así que no sé si es que las condiciones de la pista han mejorado tanto que nos han ayudado, o hemos hecho algunos cambios al coche que nos han permitido ser mejores este domingo de lo que éramos el viernes”.
“Hubo bastante riesgo para mantener el ritmo alto cerca de los muros sin cometer errores, y luego al final es cierto que los cuatro equipos punteros siempre acababan, y el noveno y décimo estaban disponibles para los demás. Hoy, al no acabar algunos coches, el sexto estaba disponible, y hemos cogido la oportunidad. ‘Oportunistic’, como dicen los ingleses, ahí hemos estado hoy”.