“El objetivo final de devolver a Williams a donde pertenece, al frente de la parrilla, es un desafío que acepto con entusiasmo y positividad. Estoy convencido de que este equipo tiene todos los ingredientes adecuados para hacer historia nuevamente”. Era la declaración de intenciones de Carlos Sainz al fichar por Williams, uno de los tres equipos históricos de la parrilla actual.
Hubo un tiempo en que incluso Ayrton Senna estaba dispuesto a correr gratis para Williams, tal era el estatus del equipo británico a comienzos de los noventa. Era los tiempos en los que la escuadra fundada por Frank Williams vivía en la cúspide de la Fórmula 1, amasando títulos en pilotos y Constructores.
Tristemente, Senna no logró el objetivo último de completar esa triada mágica. Justo antes de su fallecimiento, el brasileño negociaba con Ferrari, el destino natural de todos los grandes campeones, como Schumacher, Alonso y en 2025, Lewis Hamilton. Era el único equipo histórico que le faltaba en la lista. Porque solo dos pilotos han competido con Williams, Ferrari y McLaren. Carlos Sainz se ha convertido en el tercero.
Ferrari forma parte de la Fórmula 1 desde la primera temporada, 1950. McLaren se fundó en 1963, y Frank Williams empezaba en 1976. Entre ambos suman casi la mitad de títulos de pilotos y constructores en toda la historia de la disciplina, aunque no dominen en esta última década y media como en el pasado. Sin embargo, serán siempre los nombres ilustren que salvaguardan la tradición de este deporte.
Alain Prost y Nigel Mansell rodaron a bordo de los monoplazas de los tres equipos en algún momento de sus respectivas carreras y confluyendo en varios de ellos. Williams fue el nexo de títulos para el francés y el británico, ya que ambos lograron uno con el equipo de Grove.
McLaren, el hogar de Prost
Alain Prost debutó en la Fórmula 1 con McLaren en 1980. Tal era su talento, que Renault ya le había fichado durante la temporada hasta 1983. Volvió a McLaren en 1984, donde logró tres de sus cuatro títulos. Desde entonces hasta 1989 vivió sus momentos más intensos en el seno del equipo británico, incluyendo su espectacular duelo con Ayrton Senna en 1988 y 1989.
Desde allí marchó a Ferrari, donde salió por la puerta de atrás en 1991 después de dos años turbulentos en el equipo italiano, donde casi logra el título en 1990, pero fue sacado de la pista por Ayrton Senna en el crucial Gran Premio de Japón.
En 1992 se mantuvo alejado de los circuitos, pero entre bastidores negociaba su retorno a Williams, en dura disputa con un Ayrton Senna que también pretendía el monoplaza dominador del momento. En Williams, Alain Prost se despidió de la Fórmula 1 con el cuarto título logrado en 1993.
Por el contrario, fue Williams para Nigel Mansell el equivalente de Prost a McLaren, el equipo donde más años compitió y más éxitos logró. En 1985 fue fichado desde Lotus, y con los motores de Honda a sus espaldas mantuvo una dura rivalidad durante dos temporadas con Nelson Piquet (1987), y el brasileño y Alain Prost el año anterior, cuando en el Gran Premio de Australia perdió el título por el reventón de un neumático cuando ya acariciaba el título.
Williams, el socio de Mansell
En 1989 dio el salto a Ferrari, donde convivió con Alain Prost en una borrascosa relación tanto por el ambiente político interno como por la pugna por acaparar el interés del equipo por parte de ambos. El francés fue despedido en 1991, mientras el británico decidía volver a Williams, que desde 1991 contaba con el monoplaza más competitivo del momento.
De nuevo, su destino se volvía a entrecruzar con Prost cuando este llegó a Williams desde su retiro sabático. Campeón del mundo de 1992, Frank Williams no estaba dispuesto al desembolso económico que Mansell exigía como campeón, y con el francés en sus filas, forzó la salida del británico, que emigró a Estados Unidos, al campeonato Cart
La historia de la Fórmula 1 parecía terminada para Mansell, cuando en 1994 fue de nuevo llamado por Williams para suplir el vacío creado por el fallecimiento de Ayrton Senna. Compitió en siete carreras y lograba su última victoria en el Gran Premio de Australia. Ron Dennis le llamó para algunas carreras al año siguiente, con la intención de continuidad en 1996. Pero un McLaren poco competitivo y en el que no cabía físicamente le invitaron a retirarse definitivamente. Su paso fue fugaz por el equipo británico.
Por qué Sainz en los tres históricos
Carlos Sainz se une a tan ilustres nombres con trayectoria muy distinta, aunque formar parte de los tres históricos de la Fórmula 1 indica a las claras su potencial y valoración. Tras debutar en la jaula de oro de Red Bull y Toro Rosso, Sainz pasó por Renault hasta fichar por McLaren en 2019. Decía James Vowles que todos los equipos por los que Carlos Sainz pasa mejoran su posición y rendimiento. Gracias a la progresión del madrileño, el equipo británico logró la tercera posición de Constructores en unión a Lando Norris en 2020.
Las estadísticas de Sainz convencieron a Mattia Binotto para ficharle, y desde 2021 compite en Ferrari, donde ha conseguido tres victorias y cuatro poles. Lejos de las sumadas por Prost y Mansell en los tres equipos, 73, aunque en la etapa álgida de dos de ellos, McLaren y Williams. Sin embargo, que Sainz haya sido fichado por James Vowles, refleja su estatus en la Fórmula 1 actual.
Fernando Alonso no logra títulos desde 2006 ni victorias desde 2013, y tampoco se esperan para Sainz a corto y medio plazo. Sin un monoplaza competitivo, la victoria es utópica en la Fórmula 1. Para James Vowles, el artífice del fichaje del español y líder del proceso de transformación en el que está inmerso el equipo británico, la línea de partida será 2026, con el nuevo reglamento y un folio en blanco para la Fórmula 1. Si Williams reverdece en los próximos años, Carlos Sainz será uno de los responsables. De momento, pocos pueden presumir de llevar tan prestigiosas muescas en su culata.
