El Rally Dakar sigue jugándose como una partida de ajedrez de la que ninguno de los contendientes aún se ha descartado. Han pasado ya cuatro etapas y todos los aspirantes siguen en la pelea; pese a que las siempre interesadas palabras de Nasser Al Attiyah diciendo que los Audi iban a durar tres etapas trataban de influir en la moral de los pilotos del equipo de los cuatro aros. En este equipo, de momento, es Carlos Sainz el que menos ha destacado en el equipo Audi, pero el más regular… Y ya se sabe que a la postre, en una prueba como el Dakar es la regularidad la que acaba llevándote a la victoria.
Para Carlos Sainz y su Audi Q RS e-tron ninguna de las etapas ha sido cómoda; en ninguna se ha encontrado totalmente a gusto. Y en ninguna ha dejado de tener problemas; aunque también es verdad que ninguno ha sido grave -pinchazos sobre todo- y ha podido librarse de algunas trampas -como un bache que podría haber arruinado su carrera en la tercera etapa-. A cambio, está mostrando paciencia y control para ir sorteando los problemas con su Audi y estar a tiro del liderato. Y de sus palabras de balance de cada jornada se deduce que esa estrategia ‘partido a partido’ de Simeone es la que el español está poniendo en marcha, por el momento: «No ha sido una de estas etapas que te salen redondas, pero bueno hemos acabado y seguimos cerca del liderato. También ha sido otro buen día para el equipo con lo cual contentos y a pensar ya en mañana».
En la línea de las palabras de Sainz, el equipo Audi parece también listo para sobrevivir a las trampas de cada etapa. De momento, la escuadra de los aros ha aumentado su palmarés en la prueba con dos victorias, una para Mattias Ekstrom en la etapa prólogo y otra para Sthephane Peterhansel -la número 50 de su carrera en la prueba- en la segunda etapa. Ambos tampoco se han descolgado en la clasificación general, donde Ekstrom es quinto y Monsieur Dakar es octavo.
Toyota busca heredero en el Dakar para Al-Attiyah
Una clasificación que de momento lidera el ‘heredero’ de Al Attiyah en el equipo Toyota. El saudi Yazeed Al Rajhi cogió el liderato tras la tercera etapa y de momento se mantiene en esta privilegiada posición. De hecho, la cuarta etapa también podría haber sido para él, pero Sebastian Loeb se empeñó en no descolgarse definitivamente en la clasificación general y logró la victoria por delante del de Toyota con solo 1.08 minutos de diferencia.
Y el tercero de la cuarta etapa, y ya también de la general fue el compañero de equipo -es un decir- de Loeb, Nasser Al Attiyah quien tras unas etapas con incidentes pareció disfrutar, por fin, de una cierta tranquilidad y a punto estuvo de conseguir el triunfo hasta que se vio sobrepasado primero por Al-Rajhi y después por Loeb. Pero como el qatari sabe muy bien, el Dakar es regularidad y ya está tercero, a solo 11 minutos de la cabeza y dispuesto a todo.
Del resto de aspirantes, el trabajo en Toyota de Lucas Moraes, con el español Armand Monleón como copiloto, está siendo otro de los destacados. De hecho ya ha conseguido us primera victoria en la prueba y marcha en cuarta posición de la clasificación general. Es otro de los que se postula como sucesor de Al-Attiyah en el equipo japonés.
Otros tres españoles que brillan en el Dakar
Mención especial para tres españoles que siguen con la regularidad entre ceja y ceja. Nani Roma, en su vuelta al Dakar después de su enfermedad, lo está bordando con el Ford pick up que la marca del óvalo prepara para el asalto definitivo a la victoria en la prueba. En la general navega en el puesto número 15, siempre dispuesto a aprovechar la mínima oportunidad.
Y dos puestos por detrás en la general aparece Laia Sanz con su Astara y su indomable empeño de hacer historia. Por supuesto es la primera mujer y a poco más de una hora y cuarto de la cabeza, no se va a rendir. Lo mismo que no lo ha hecho nunca, ni lo va a hacer, Isidre Esteve con su Toyota del equipo Repsol colocado en el puesto 24 a poco más de dos horas de la cabeza.
La carrera sigue; nadie se ha descartado… pero el Dakar, la carrera más dura del mundo, guarda sorpresas en cualquier momento. Y hay que estar preparado para sortearlas.
