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El show del 75 aniversario: Esta es otra Fórmula 1

Fueron dos horas de espectáculo, la mitad o menos para lo verdaderamente importante. Liberty dio otro paso en su estrategia de universalización de la Fórmula 1 con un gran ‘show’ para celebrar el 75 aniversario de la disciplina, que supuestamente ofrecía como gran aliciente la nueva librea de los equipos para la presente temporada, celosamente escondida hasta el mismo F1 75 Live de Londres.

Por la naturaleza del evento, en realidad se trataba de otra magnífica herramienta de marketing para conquistar nichos cada vez más juveniles y globales. No se trataba de un concierto, pero como si lo fuera.

La decoración de los Fórmula 1 de Ferrari y Red Bull para 2025. Fotos: F1.

Los diez equipos de Fórmula 1 fueron desfilando en el escenario del O2 Arena con sus pilotos y jefes en el tiempo concedido para ello. Algunos, más que otros, y con diferente derroche de medios y creatividad. Cada uno personalizaba su presentación con vídeos o coreografías antes de desvelar su librea. En algún caso, como el de Ferrari, incluso se avanzó el nuevo monoplaza al completo, cuando al día siguiente temprano por la mañana rodaban con él Hamilton y Leclerc ante miles de espectadores que esperaban en las vallas de Fiorano.

75 años de Fórmula 1

La gala fue lanzando vídeos de distintos aspectos de la Fórmula 1, con escasos guiños al pasado. Uno de ellos recordaba las grandes rivalidades del pasado entre grandes campeones, pero pocos guiños más al pasado. De lo mejor de la noche, aunque sin continuidad para recoger con mayor profusión el legado de estos 75 años. En realidad, el F1 75 era un evento enfocado hacia el futuro. Hasta el vídeo introductorio de la película con Brad Pitt como protagonista que se estrenará este verano parecía alcanzar mayores vuelos que las escasas escenas del pasado recogidas en el evento.

Así lucirán el Aston Martin de Alonso y el Williams de Sainz en la temporada 2025 de Fórmula 1. Fotos: F1.

Hasta la FIA tuvo su momento de reconocimiento o, más bien al contrario, porque cuando se agradecía su colaboración para el desarrollo de la Fórmula 1 volaron los abucheos. Curiosamente, la Fórmula 1 es competencia y jurisdicción de la FIA, aunque parece lo contrario. Incluso la política de Ben Sulayem, su presidente, de fiscalizar el lenguaje de los pilotos recibió el reproche del famoso chef Gordon Ramsay, quien pidió que les dejaran en paz.

Resultaba difícil mantener la intensidad del acto a pesar de las luces, decibelios y esfuerzo de los organizadores y presentadores porque, a medida que pasaban los equipos, se aflojaba la tensión del evento, chispeado con demasiadas distracciones. En ocasiones, la Formula 1 parecía una excusa más que el protagonista. Lógicamente, eran necesarias numerosas transiciones para ir dar a cada equipo en el escenario. Los equipos intentaron distinguirse unos de otros con diferente éxito, pero la avalancha de estímulos iba poco a poco aflojando la atención.

McLaren parte como favorita en la temporada 2025 de Fórmula 1, pero Mercedes siempre es un rival a tener en cuenta. Fotos: F1.

La gala fue organizada por Brian Burke Creative, responsable de la ceremonia de apertura y clausura del Gran Premio de Las Vegas, una experiencia que se reconocía en los recursos para mantener la intensidad y la atención en un largo evento que, en realidad, concentraba el verdadero su interés en unos pocos minutos.

Los pilotos pasaban casi desapercibidos uno detrás de otro, con pocas palabras de interés y mensajes planos. Alonso quizás fue uno de los que más se diferenciaba con ese “disfruten del resto de la noche, han visto el coche más bonito”. Por lo general, casi nadie aportó nada de interés.

El campeón del mundo, Max Verstappen, ni siquiera tomó la palabra, algo inconcebible en un evento de esta naturaleza. A no ser que los responsables de Red Bull tuvieran reflejos y neutralizaran las palabras de sus pilotos después de los sorprendentes abucheos que recibió Christian Horner. Red Bull, una de las estructuras sin las cuales la Fórmula 1 no ocuparía el lugar que hoy disfruta. Es lo que tiene la búsqueda de un público amplio y menos entendido.

Los monoplazas de Fórmula 1 de Racing Bulls y Alpine serán fácilmente reconocibles en 2025. Fotos: F1.

En el caso de los equipos de los pilotos españoles, Aston Martin tiró de elegancia y tradición con sus guiños a James Bond y una puesta en escena cuidada y atractiva, como la librea de su monoplaza, candidato a la victoria al monoplaza más atractivo del año.

El equipo británico supo mantenerse fiel a su imagen de marca, así como Ferrari, que tenía a Hamilton de rojo por primera vez en público. Lástima que esos brochazos blancos de uno de sus patrocinadores rompiesen la personalidad de su nuevo monoplaza. Desde luego, Ferrari destacó por su nueva librea, pero no favorablemente. Aunque ya se sabe, sobre gustos, colores.

Sauber y Haas tampoco innovan excesivamente en las decoraciones de sus monoplazas de Fórmula 1 esta temporada. Fotos: F1.

Williams ofreció sobriedad en su presentación, aunque el monoplaza ha ganado estéticamente con su atractivo azul. Además, Carlos Sainz recibió una gran acogida a juzgar por el aumento de decibelios cuando fue presentado, por encima de otros pilotos. Es evidente que ahora despierta más simpatía después de su salida de Ferrari.

Liberty acertó con su espectáculo, siempre y cuando se recuerde su objetivo: hacer el producto de la Fórmula 1 cada año más popular y, por tanto, más rentable. Nada como lanzar una red de arrastre para recoger todo tipo de peces. En este sentido, un gran éxito. En el purista, solo queda adaptarse a los nuevos tiempos. Esta es otra Fórmula 1.