Ford acelera el lanzamiento de su gama de vehículos eléctricos. Actualmente cuenta con cuatro modelos en su gama de turismos, dos versiones eléctricas del Mustang Mach-E, incluida el poderoso GT, y dos híbridos enchufables, como el Explorer y el Kuga. Se trata de la familia cero emisiones, pero los planes son mucho más ambiciosos. En 2023 el fabricante norteamericano lanzará un crossoser eléctrico de tamaño medio con cinco plazas y un año después verán la luz la versión eléctrica del exitoso Puma y un nuevo crossover de perfil más deportivo.
6Ford Kuga PHEV
Además el fabricante americano también dispone en nuestro mercado del Kuga PHEV. Se trata de un SUV compacto de 4,61 metros que ofrece una potencia conjunta de 225 CV gracias a su sistema híbrido enchufable. La batería de iones de litio tiene una capacidad de 14,4 kWh y eso le permite homologar hasta 56 kilómetros en modo eléctrico y un consumo combinado de apenas 1,4 litros cada 100 kilómetros.
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Tuvimos ocasión de probar el Explorer y el Mustang Mach-E, en su versión de 351 CV, en condiciones no demasiados favorables para este tipo de vehículos, como son temperaturas bajas y en carreteras sinuosas que tienen como meta la estación de esquí de Baqueira Beret. Salimos de Lérida y tenemos por delante 190 kilómetros, con un tráfico denso y en clara ascensión. Comenzamos con el Explorer. Confortable hasta decir basta en los primeros instantes, donde la autovía y carreteras sin demasiada complicaciones son una constante, en apenas 35 kilómetros la batería se agotó funcionando de manera híbrida. Lógicamente son menos de los 44 que anuncia en modo EV, pero el ritmo y el tipo de conducción son más bien dinámicos. El consumo apenas indicaba 3,5 litros de media en el ordenador.
La segunda parte del recorrido se retuerce, comienza la ascensión y los adelantamientos son continuos. Llama la atención la ‘patada’ que presenta al pisar el acelerador, quizás excesiva al accionar el modo Sport, pero eso nos permite realizar las maniobras con una solvencia sobresaliente. Las cifras de consumo se establece para entonces en 8,0 litros y se incrementan hasta los 11 en la parte final, realizada ya a un ritmo frenético. Hay que tener en cuenta que se trata de un modelo que acaricia los 2.500 kilos de peso y eso provoca fuertes inercias en curva, pero sorprende en cualquier caso. También nos llama la atención que pese al fuerte ritmo registrado al volante, al final del recorrido nos indica que 50 de los kilómetros los cubrió de manera eléctrica.
