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Los coches autónomos se convierten en los ojos de la policía

Los coches autónomos son ya una realidad, aunque en algunos lugares más que en otros. Son un gran avance tecnológico con claras consecuencias directas, como la potencial mejora de la seguridad activa al eliminar el factor humano de la conducción, pero también hay derivadas no tan claramente beneficiosas para la sociedad.

Una de estas consecuencias es que cada vehículo autónomo lleva un conjunto de cámaras de vídeo que graba todo lo que ocurre a su alrededor, y es algo que en EE. UU. ya ha servido a la policía para reunir las evidencias necesarias para conseguir un veredicto condenatorio en el caso de un asesinato.

El asesinato de Ahmed Yusufi, resuelto gracias a un taxi autónomo

El veredicto condenatorio gracias a las pruebas generadas por un coche autónomo ocurrió en San Francisco, en febrero, donde un jurado encontró a Clifford Stokes culpable del asesinato de Ahmed Yusufi, un conductor de Uber muerto de forma violenta en un momento en que no se encontraba trabajado. Para conseguir este veredicto, fueron cruciales las imágenes de las cámaras de un taxi autónomo de la compañía Waymo (subsidiaria de Google), que opera estos vehículos sin conductor en la ciudad californiana.

Durante la investigación, los policías necesitaban aportar evidencias para condenar a Stokes, y se percataron de que varios coches autónomos de la flota de Waymo se encontraban en la zona en el momento del asesinato. Así, requirieron a la compañía, mediante la correspondiente orden judicial, que aportara las imágenes de las cámaras de los vehículos, que finalmente ubicaron a Clifford Stokes en el lugar de los hechos.

Waymo taxi autonomo Motor16

Debate por el uso de las imágenes de las cámaras de los coches autónomos

El uso de las imágenes de las cámaras de los coches autónomos ha levantado debate en EE.UU., ya que nos encontramos ante un escenario hasta ahora inédito, en el que cualquier ciudadano puede ser grabado inadvertidamente por los vehículos autónomos.

Ante la polémica generada por este caso, los responsables de Waymo han manifestado que “revisamos cuidadosamente cada solicitud para asegurarnos de que cumpla con las leyes aplicables y tenga un proceso legal válido. Si una solicitud es demasiado amplia (pide demasiada información), tratamos de reducirla y, en algunos casos, nos oponemos a producir cualquier información”.

Aparte de eso, desde Waymo aseguran que a menudo difuminan las matrículas y los rostros de las personas “para proteger la privacidad de los transeúntes que pueden aparecer en las imágenes solicitadas por la orden judicial”.

Otra de las empresas que operan coches autónomos como taxis, Cruise, manifestó en un comunicado tener una política similar, declarando, a través de un comunicado que “la privacidad es extremadamente importante para nosotros, por lo que divulgamos datos relevantes solamente en respuesta a procesos legales o circunstancias exigentes, donde podemos ayudar a una persona que está en peligro inminente”.

Chrysler Pacifica Waymo Los Altos 2017 Motor16

¿Quién controla la información de las cámaras de los coches autónomos?

Según informa Carscoop, Matthew Guariglia, analista de políticas de Electronic Frontier Foundation, planteó el gran problema: “Con la falta de protección de la privacidad del consumidor que tenemos en los EE.UU. en este momento, las empresas pueden recopilar tanta información como sea humanamente posible”. Por el momento, las autoridades pueden seguir aprovechando esa entrada legal en la vida privada de muchos ciudadanos.

En Europa en general y en España en particular hay abundante legislación sobre la protección de datos, así como organismos específicos para velar por el cumplimiento de estas normativas, que establecen cuantiosas sanciones en caso de incumplirse. Aun así, la ingente cantidad de información que las cámaras de los coches autónomos pueden generar es un asunto que a buen seguro abrirá el debate a medida que estos vehículos comiencen a prestar servicio en las grandes ciudades europeas como ya lo hacen en ciudades norteamericanas como San Francisco, Austin, Phoenix o Las Vegas.