Footman James es una de las más importantes empresas aseguradoras de coches clásicos que hay en el Reino Unido. Y precisamente ellos han sido quienes han realizado un estudio en el que revelan que los vehículos clásicos son menos dañinos para el medio ambiente que los vehículos modernos. Y entre ellos también se encuentran los eléctricos.
A esta conclusión llegan porque tienen en cuenta el uso limitado que se hace de los coches clásicos a lo largo de todo el año. Más si se compara con el que se hace de los automóviles modernos, que por lo general se conducen a diario. A todo ello también suman la gran cantidad de CO2 que se emite durante su proceso de producción.
Los coches clásicos circulan en Reino Unido una media de 1.931 kilómetros al año
Según el informe de Footman James, un coche clásico emite en el Reino Unido una media de 1.241 libras (563 kilos) de CO2. Y es que los propietarios de este tipo de vehículo suelen conducirlos una media de unas 1.200 millas (1.931 kilómetros) anuales. Aunque los vehículos modernos tienen una huella de carbono significativamente inferior a los coches clásicos a la hora de conducirlos, los primeros se emplean para recorrer distancias mucho más largas al año. Y vienen con una huella de carbono bastante considerable desde la propia fábrica.
El estudio sugiere que la huella de carbono durante la producción de un automóvil de pasajeros medio, como puede ser el caso de un Volkswagen Golf es de 14.991 libras (6,8 toneladas) de CO2. Un coche moderno como puede ser el caso de un Polestar 2, aumenta esa cifra hasta las 57.320 libras (26 toneladas). Todo ello sin haber salido de la propia fábrica, lo que puede ser complicado de compensar con una conducción sin emisiones. Para que te hagas una idea, compensar esas emisiones de CO2 requiere de más de 46 años de uso si se compara con un coche clásico.
Cuando las marcas sean neutrales con el CO2 la cosa cambiará
Para ser justos, esta comparación será completamente diferente cuando los fabricantes de automóviles alcancen sus objetivos de producción neutral en carbono en algún momento de la próxima década. Ya que hemos mencionado a Polestar, estos se han comprometidos a producir el primer vehículo climáticamente neutral en 2030. Y también otras muchas marcas están trabajando sin parar para reducir su huella de carbono en fábricas e instalaciones. Aún así, la propia Volvo admitió recientemente que la producción de un vehículo eléctrico genera un 70% más de emisiones que un vehículo equivalente equipado con un motor de combustión. Sin embargo la huella de carbono para todo su ciclo de vida es menor.
Los expertos de Footman James también afirman que dos tercios de los propietarios de un coche clásico están preocupados por el cambio climático. También que más de la mitad de ellos estarían abiertos a esquemas de compensación de emisiones. David Bond, director gerente de Footman James, dijo: ‘Es fácil suponer que los coches clásicos son más dañinos simplemente porque sus motores son más antiguos y menos eficientes. Sin embargo, los datos de este informe refutan esa teoría. Realmente se trata de cómo se mantienen y utilizan estos vehículos; está claro que si bien los nuevos coches modernos y eléctricos pueden parecer mejores para el planeta en el día a día, el problema es cuánto impacto causa su producción’.