La apuesta de BMW por los eléctricos está ya marcada por un largo recorrido. Es el momento de una nueva generación, la quinta, en la que el primer paso viene de la mano de dos modelos: los BMW iX y el i4. De nuestro contacto con el iX ya te hemos contado nuestras sensaciones en esta web y en nuestra revista Motor 16. Ahora es el turno del i4 en sus dos versiones (BMW i4 eDrive 40 y M50) que acabamos de conducir.
El i4 utiliza la plataforma CLAR para sobre una carrocería semejante a la del Serie 4 Gran Coupé, con 4,78 metros de longitud, con cuatro puertas y portón trasero. Está disponible en dos versiones, el i4 iDrive40 dotado de un motor eléctrico de 250 kW (340 CV) colocado detrás y con propulsión trasera. Y la primera variante eléctrica con la denominación M, que añade un segundo motor trasero transversal de 230 kW (313 CV) al delantero. Éste genera 190 kW (258 CV), para una potencia conjunta de 400 kW (544 CV) que transmite al suelo a través de las cuatro ruedas. Un sistema de tracción total eléctrica que permite ajustar el par motor de forma instantánea, maximizando las prestaciones dinámicas.
Y es que, aunque no está desarrollado específicamente por BMW Motorsport, que configura las versiones más especiales y deportivas de la marca, este i4 está marcado por el marchamo ‘M’. Lo que supone un peso esencial en su desarrollo para exprimir al máximo sus prestaciones desde una puesta a punto que busca el máximo placer en la conducción.
Misma capacidad de batería para las dos versiones
Ambas versiones, BMW i4 eDrive 40 y M50, están alimentadas por la misma batería, de gran capacidad, con 83,9 kWh (80,7 kWh netos). Lo que se traduce en 590 km de autonomía homologada para el i4 iDrive 40; 520 km en el i4 M50. Y con la misma capacidad de recarga, con hasta 11 kW con corriente alterna (AC) y 210 kW con corriente continua (DC).
El BMW i4 eDrive40 anuncia un consumo combinado entre 16 y 20 kWh/100 km, mientras en el i4 M50 está entre 19 y 24 kWh/100 km. En nuestra toma de contacto, con una conducción eficiente utilizando el modo Eco Pro hasta salir de Madrid y en conducción por autovía, pasando al modo Comfort y Sport en los tramos específicos donde poder sentir su potencial, el consumo medio ha sido de 26,1 kWh/100 km.
Al volante del i4 M50
Sí, nuestro contacto fue sobre la unidad más potente, el M50. Y ese modo Sport lo aprovechamos para ‘soltarnos la melena’. Bueno, en mi caso poco hay que soltar, pero aprovechamos para pisar el acelerador a fondo, algo que realmente pudimos hacer en tramos muy cortos dando su potencial y su capacidad de acelerar.
El modo Sport es el que realmente permite liberar la máxima potencia de ambos motores mediante la función Sport Boost. Ésta aumenta el rendimiento combinado del sistema en 50 kW (68 CV) durante más de diez segundos hasta la potencia máxima indicada de 544 CV –también la cifra de par máximo se incrementa en 65 Nm para llegar a los 795 Nm-. La aceleración es brutal; y es que es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,9 segundos, disponiendo de función Launch Control. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 225 km/h -190 km/h el BMW i4 eDrive40, que acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos-.
Sinfonía aderezada
Una experiencia aderezada por la banda sonora diseñada específicamente para esta versión M que intensifica aún más las sensaciones. Y que también sirve para ser algo más conscientes de la velocidad a la que podemos circular ante el silencio total habitual de un eléctrico, más en un coche muy bien aislado como el i4. Y es que es capaz de ir muy deprisa en muy poco espacio.
Volviendo al mundo terrenal, en ciudad, al activar la posición de conducción B desde la palanca selectora, se aumenta al máximo el grado de recuperación al soltar el acelerador, lo que permite conducir prácticamente sin utilizar el pedal del freno (“One-Pedal-Feeling), deteniendo totalmente el coche. Un escenario donde el M50 se desenvuelve con naturalidad y confort, con una suspensión dura, pero que no pasa factura a los riñones al circular por zonas bacheadas.
Elevada capacidad dinámica del i4 M50
Con una puesta a punto del chasis específica sobre una geometría de suspensiones de doble horquilla en el eje delantero y multibrazo detrás, dispone de amortiguadores con regulación de altura controlada, contando con suspensión neumática para el eje posterior.
Un sistema desarrollado a conciencia para trabajar con efectividad y lograr llevar el coche por donde el conductor le indica desde su rápida dirección. Pues no obstante tiene que lidiar con una masa de casi 2.300 kg, con las inercias que genera a la velocidad que es capaz de moverse. La rigidez estructural es muy elevada, sintonizando con el tren de rodaje de forma óptima, integrando la batería en la parte inferior del vehículo para lograr un bajo centro de gravedad, unida al suelo mediante 22 tornillos.
Muelles y amortiguadores configurados individualmente, barras estabilizadoras y un refuerzo adicional en las torretas de la parte delantera, junto a los frenos M Sport y la electrónica, contando con sistema DSC (Control Dinámico de Estabilidad) y control de limitación de deslizamiento… todo para llevar al i4 M50 siempre por su sitio.
No es un M4 dinámicamente por sensaciones y comportamiento. Pero a la espera de un M desarrollado directamente por Motorsport GmbH, el i4 M50 representa lo máximo en una berlina deportiva eléctrica de la marca.
Ambiente deportivo y tech en su interior
Ambiente BMW en su interior, con la amplia carga digital que se espera en un eléctrico. Las molduras interiores en negro o aluminio antracita, de serie, junto a los asientos deportivos y el volante crean un tono deportivo, en contraste con el BMW Curved Display que recoge el cuadro de instrumentos (12,3”) y la pantalla de control central (de 14,9 pulgadas) bajo una superficie acristalada curvada de una sola pieza. Y que recogen la mayoría de las funciones siguiendo con la tendencia actual, liberando el salpicadero de botones.
BMW BMW i4 eDrive 40 y M50; ya a la venta desde 61.900 euros
Ambas versiones del i4, BMW i4 eDrive 40 y M50, se han puesto ya a la venta. El i4 eDrive40 con un precio de 61.900 euros, y de 76.500 euros para la versión más potente, el i4 M50.