El hidrógeno es otro de los combustibles alternativos con el que trabajan algunos fabricantes. En el caso de Hyundai, comenzó con el desarrollo en 1998, lanzando su primer modelo (un Santa Fe) apenas cuatro años después, en 2002. Desde entonces ha seguido mejorando el sistema de propulsión y, actualmente, es uno de los dos fabricantes en España que comercializan un vehículo movido por pila de combustible, el Nexo. El otro es Toyota, con el Mirai, si bien tiene un estilo tipo berllina.
Pues parece que Hyundai tiene la intención de lanzar una nueva generación de su modelo, o al menos una renovación. En España está a la venta desde mediados de 2018, si bien sus ventas han sido muy residuales por dos motivos principales: su precio (actualmente, cuesta 73.450 euros) y la escasez de puntos públicos de repostaje de hidrógeno en la península; según la web de Gasnam, a fecha de mayo de 2024 únicamente había dos hidrogeneras públicas funcionando en España.
Pero ¿cómo funciona un vehículo como el Hyundai Nexo? En esencia se trata de un coche eléctrico que emplea para moverse la energía generada por una pila de combustible, que está alimentada por hidrógeno. Cuenta con una batería de poca capacidad (apenas 1,5 kWh en el actual Nexo) que tiene diversas funciones y no puede recargarse a través de la red elécgrica. La gran ventaja del hidrógeno es que su reacción con el oxígeno genera vapor de agua, por lo que no resulta contaminante.
El próximo Hyundai Nexo será más eficiente que su antecesor
Hyundai ha llevado totalmente en secreto el desarrollo de esta nueva generación del Nexo, por lo que la información disponible es prácticamente inexistente. A ello hay que sumar que, una vez más, han puesto todo su empeño en ocultar los rasgos de la carrocería con el empleo de un denso camuflaje. No obstante, se aprecia una carrocería claramente más alta que en actual modelo, que mide 1,63 metros. La longitud se establece en 4,67 metros, y la anchura, en 1,86 metros.
Queremos pensar que Hyundai ha puesto el foco en mejorar la eficiencia de todo el sistema de propulsión, si bien el actual Nexo ya es una referencia en este sentido con una autonomía homologada en ciclo combinado, según el protocolo WLTP, de 666 kilómetros. Lo consigue gracias a tres depósitos de hidrógeno, de 52,2 litros cada uno, para un total de 156,6 litros (o 6,33 kilogramos). El repostaje completo lleva apenas 5 minutos, por lo que esta tecnología es claramente más rápida que la carga eléctrica con corriente continua.
También es posible que incorpore un motor más potente que el actual, que puede desarrollar 120 kW (163 CV) de potencia y un par máximo de 395 Nm, aspectos en los que siempre ha estado en desventaja respecto al Toyota Mirai y el Honda Clarity Fuel Cell (que no se ha vendido en España). Respecto al consumo, el actual Nexo homologa un gasto de 1 kilogramo de hidrógeno cada 100 kilómetros, un dato que Hyundai buscará mejorar dentro de lo posible.
Sea como fuere, el Nexo seguirá siendo un coche orientado a empresas que apuesten por este combustible alternativo y, preferiblemente, cuenten con puntos de repostaje propios, pues la red pública no ha crecido en los últimos años y es claramente insuficiente para que un cliente particular se plantee acceder a un vehículo de este tipo.
Y mucho nos tememos que el precio tampoco va a ser un aliciente, pues el actual Nexo tiene un precio de catálogo de 73.450 euros, por encima de la mayoría de SUV de su tamaño, ya sean eléctricos o con motor de combustión.