El Mercedes SL Pagoda (W113) es uno de los automóviles más icónicos de su fabricante. Hace unas semanas rescatamos su historia con motivo de su 60.º cumpleaños (allí te explicamos, entre otras cosas, el origen de su apodo “Pagoda”), pero ahora vuelve a ser noticia por la aparición de un exquisito restomod que, sin duda, generará controversia entre los partidarios de la economía circular y los puristas que defienden la fidelidad de estas emblemáticas máquinas a su condición original.
Presentado en el no menos icónico hotel Fairmont Monte Carlo, en Mónaco, este restomod se exhibirá en el lobby del hotel mientras dure el Salón de Yates de Mónaco, que cada temporada se celebra a finales de septiembre.
Everrati y el Mercedes SL Pagoda
Su autor es Everrati, un reputado especialista en restaurar y modificar vehículos clásicos que ha encontrado un filón en la conversión de automóviles clásicos en eléctricos, dotando a estos vehículos de una segunda vida limpia, frecuentemente con mayores prestaciones que los modelos originales, con un mantenimiento más sencillo que fomenta su uso y con la buena imagen que supone cualquier proyecto de economía circular. Además, las conversiones eléctricas de Everrati son completamente reversibles, lo que permite mantener el valor del vehículo.
Sobre el Mercedes SL Pagoda, sólo diremos que supuso un antes y un después al incorporar en un modelo de corte deportivo todos los avances de lujo y seguridad habituales en la época para las berlinas, algo que hoy nos parece lógico pero que hace 60 años, cuando se presentó el W113, era ciencia ficción.
Esto motivó que el Mercedes SL Pagoda se hiciera tremendamente popular entre las celebridades de la época como John Lennon, Tina Turner, Audrey Hepburn o Charlton Heston, sin olvidar estrellas más recientes como David Coulthard y Harry Styles, que también se han dejado seducir por sus encantos.
Así es el Mercedes SL Pagoda de Everrati
Pero, vayamos al grano. Los Mercedes SL Pagoda originales montaban motores de 2,3, 2,5 o 2,8 litros, que desarrollaban entre 148 y 170 CV. La conversión de Everrati ofrecerá un motor eléctrico con dos niveles de potencia: 176 CV y 240 Nm para la versión de acceso, así como 304 CV y 300 Nm para la de mayores prestaciones, con una velocidad máxima de 200 km/h (similar a la del modelo de serie) y una aceleración de cero a 100 km/h en torno a los siete segundos (superior a la de los vehículos originales), que difícilmente bajaban de los nueve segundos.
El motor se alimenta con una batería de 68 kWh que permite lograr una autonomía de más de 322 km y que promete no elevar notablemente el peso del vehículo original ni alterar su reparto de masas para que su conducción sea lo más similar posible a la del modelo original… con un pequeño extra de prestaciones.
Una restauración de Hilton & Moss
Ahora bien, aunque la electrificación ha corrido a cargo de Everrati, la restauración ha recaído en Hilton & Moss, especialistas en restaurar vehículos clásicos de Mercedes-Benz y dejarlos en estado de concurso, como recién salidos del concesionario… o mejor.
Además de presentar su nuevo Mercedes SL Pagoda eléctrico en el Salón Náutico de Mónaco, Everrati también conducirá a invitados VIP por el principado en su Land Rover Serie IIA de cero emisiones. Asimismo, la compañía aprovechará el evento para anunciar el lanzamiento del “nuevo” Land Rover Defender Shore Tender Edition, una colaboración con los diseñadores de superyates Bannenberg & Rowell.
Justin Lunny, cofundador y director ejecutivo de Everrati, manifestó que “el Salón Náutico de Monaco es uno de los eventos más glamorosos y exclusivos del mundo y, sin duda, en Everrati hemos dado el do de pecho. Estoy encantado de haberle dado a nuestro reinventado Mercedes SL Pagoda eléctrico un debut mundial tan apropiado, gracias a una notable colaboración con el Hotel Fairmont Monte Carlo, una marca venerada que comparte nuestra pasión por el lujo sostenible”.
Todo ello nos lleva a reflexionar que esta electrificación que para el usuario medio es un absoluto rompecabezas sin solución se ha convertido en una tremenda oportunidad de negocio para dar una segunda vida a los automóviles clásicos, llevando la economía circular a la esfera del lujo. Y es que aunque Everrati no ha facilitado el precio de la transformación, mucho nos tememos que no estará al alcance de muchos bolsillos.
