La foto no deja lugar a la duda. Estamos ante un genuino Nissan GT-R R32 enchufado a un cargador eléctrico. Seguramente a alguno le dará un escalofrío al verla, pero el caso es que se trata de una transformación oficial, llevada a cabo por un equipo de ingenieros de Nissan.
El GT-R R32 (la tercera generación del GT-R y una de las más importantes), fue relativamente popular en nuestro país a pesar de que Nissan no lo comercializó directamente. Lo que sí hizo fue alinear una unidad de este vehículo en el Campeonato de España de Turismos de 1993 con el ex piloto de Fórmula Uno Luis Pérez-Sala al volante. A pesar de que fue duramente lastrado a principio de temporada, su superioridad técnica era abrumadora, y el piloto catalán acabó haciéndose con el título en el único año en el que correría con aquel modelo, ya que en 1994 los Grupo A convivirían con los más competitivos Clase II en el CET, y el GT-R (conocido en nuestro país como Nissan Skyline) daría el relevo al menos glamuroso Nissan Primera.
Un GT-R eléctrico para deslumbrar en Tokio
Batallitas aparte, parece ser que Nissan llevaba trabajando en esta conversión eléctrica del GT-R R32 desde marzo de 2023, con el objetivo de tener el vehículo listo para ser mostrado en el Salón del Automóvil de Tokio de 2025. Allí, los asistentes a la feria japonesa podrán comprobar que el motor biturbo de seis cilindros en línea y 2,6 litros ha desaparecido para dejar paso a un sistema de propulsión eléctrico.
En cualquier caso, parece ser que el Nissan R32 GT-R EV se mostró por primera vez durante el R’s Meeting, en el Fuji Speedway, a finales del mes pasado, donde –como podemos ver en algunos vídeos– el vehículo llega empujado tras descender de un camión plataforma, por lo que a día de hoy no parece que se trate realmente de un modelo funcional.
Estéticamente, más allá del conector para enchufarlo a la red ubicado tras la tapa del depósito, el GT-R R32 eléctrico se diferencia del original en la ausencia de faros antiniebla y la decoración de las pinzas de freno, que ahora son de color naranja. No nos extrañaría, no obstante, que en Tokio se presente con algunas modificaciones habituales en los restomods, como unos faros LED, unas ópticas traseras rediseñadas o piezas específicas para la carrocería.
Especulaciones sobre el sistema motriz del GT-R eléctrico
Nissan no ha desvelado las especificaciones del vehículo. Numerosos medios especulan con la posibilidad de que se haya adaptado un sistema de propulsión similar al e-4ORCE del Nissan Ariya Nismo, con dos motores eléctricos, uno para cada eje, 435 CV y 600 Nm, muy por encima de los 276 CV y 367 Nm que ofrecía el motor de combustión original RB26DETT del GT-R R32.
Lo cierto es que el motor original producía mucha más potencia, como le ocurrió a numerosos modelos deportivos japoneses de la época, pero Nissan declaró esos 276 CV para cumplir con el pacto de caballeros que por aquel entonces tenían todos los fabricantes japoneses, que no querían verse inmersos en una escalada de cifras de potencia como la que protagonizaban las motocicletas “R” de la época.
Dicho todo esto, no es descabellado pensar que Nissan podría haber mantenido la transmisión original del GT-R R32 y haber colocado un único motor eléctrico en el lugar del motor térmico. De este modo, se mantendría el vanguardista sistema ATTESA E-TS de reparto de par variable gestionado electrónicamente estrenado por este modelo. De hecho, tal y como te contamos aquí, Nissan desarrolló su sistema 4×4 de altas prestaciones “inspirándose” en el estrenado poco antes por el Porsche 959.
En cualquier caso, el principal inconveniente que vemos en electrificar un deportivo de los 90 como el GT-R R32 es la dificultad de embarcar un paquete de baterías funcional como el del Ariya Nismo (incluso usando la totalidad del espacio del maletero), cuyos 91 kWh brutos (87 kWh netos) le permiten recorrer apenas 417 km.
Lo más probable es que los responsables del proyecto se hayan conformado con una batería de unos 40 kWh, si bien saldremos de dudas, como muy tarde, el 10 de enero, cuando el vehículo sea presentado en el mencionado Salón de Tokio.
Lo cierto es que este GT-R no tendrá ningún recorrido comercial, y su artesanal adaptación probablemente aportará muy poco conocimiento a sus ingenieros, pero servirá para llenar páginas y crear expectación sobre los deportivos eléctricos de cara al futuro lanzamiento de un Nissan GT-R R36 100 % eléctrico que podría superar los 1.000 CV de potencia.
Este planteamiento podría servir para contentar a base de cifras a los amantes de los deportivos japoneses, unos modelos que abandonarían conceptos como maniobrabilidad y capacidad de frenada para convertirse en pesados dragsters capaces de parar el cronómetro en tiempos inverosímiles… siempre que no haya curvas de por medio.