BMW es una de las marcas actuales que antes han apostado por la electromovilidad. La conexión eléctrica en la marca bávara está marcada por un largo recorrido. Así, ahora, conducimos un BMW eléctrico de quinta generación, representada por dos modelos en estos momentos, el iX y el i4. Dos baluartes fundamentales en la nueva era de la marca. Con el objetivo puesto en 2030, cuando la mitad de las ventas en BMW deberán ser exclusivamente modelos eléctricos.
2Pasen y vean
El interior del BMW iX es tan innovador estilísticamente como la vista externa. Accedemos abriendo las amplias puertas, sin marco, que dan acceso a un gran espacio –desde el interior para salir, por medio de un botón eléctrico de apertura-. Y nos encontramos con un ambiente minimalista y un cuidado diseño en cada detalle, con algunas funciones sorprendentes. Diseño que en determinados elementos se impone a la funcionalidad.
Lo primero que llama la atención es el aro del volante, de forma ‘hexagonal’. No sé si sujetarlo o solo mirarlo. Obviamente al ponernos en marcha lo cojo con firmeza. Y me sorprende su ergonomía. Yo, que siempre he criticado los volantes con la parte inferior plana para manejarlo en curvas cerradas, me acostumbro enseguida a estas formas y sus equilibradas proporciones hacen que parezca circular al usarlo. Concesiones estilísticas.