El Hyundai Ioniq 5 robotaxi es una versión 100 % autónoma del conocido SUV eléctrico coreano. Cuenta con un nivel 5 de conducción autónoma (el máximo posible), si bien mantiene los mandos físicos para que un eventual conductor pueda tomar el control del vehículo, aunque no sea necesaria la presencia real del mencionado conductor.
Para demostrar la viabilidad de su vehículo, en Hyundai han hecho un vídeo que ilustra perfectamente las ventajas de los robotaxis, mostrando el caso real de Pearl Outlaw, una joven norteamericana con una ceguera adquirida por una retinosis pigmentaria quien, gracias al Hyundai Ioniq 5 robotaxi, “vuelve a conducir” y a retomar algunas de las actividades que había olvidado.
En un entrañable cortometraje que mezcla realidad y ficción, el Hyundai Ioniq 5 Robotaxi de Pearl se somete al mismo examen de conducir que cualquier potencial conductor pasaría en el estado norteamericano Nevada para obtener su carné (o “carnet de conducir”, que le gusta más a Google), demostrando que la conducción autónoma es posible incluso en los escenarios más complicados, y que es una poderosa herramienta para mejorar la vida de las personas.
El Ioniq 5 robotaxi se examina del carnet de conducir
El vídeo saca a relucir uno de los problemas de la conducción autónoma, como es el hecho de que en EE. UU. el 70 % de la población no cree que un robotaxi pueda ser seguro, una realidad que seguramente no será muy diferente en nuestro país.
Para tratar de derribar el mito de que los robotaxis no son seguros, Kandice Jones, una veterana examinadora del DMV (Departamento de Vehículos a Motor) de Nevada encargada de examinar a los aspirantes a conductores de Las Vegas, someterá al Hyundai Ioniq 5 robotaxi a un examen idéntico al que sometería a cualquier aspirante.
En el vídeo, Kandice se presenta como un hueso duro de roer, afirmando que en sus 25 años de experiencia como examinadora ha suspendido a “miles y miles de estudiantes en interés de la seguridad pública”. La examinadora confirma que en esta prueba “se van a aplicar los mismos criterios, igual que para examinar a un ser humano. Controlaremos la velocidad y los cambios de carril. Voy a calificar las maniobras, hacer una parada completa, los giros a la izquierda, mantener el carril y, por supuesto, el tiempo de reacción”.
Como era de esperar, en el vídeo podemos ver el robotaxi IONIQ 5 circulando de forma fluida por el Strip (la calle principal de Las Vegas) y las zonas suburbanas de la ciudad, reaccionado correctamente no sólo a la señalización tradicional, sino a los imprevistos como obras que estrechan la calzada o peatones que cruzan inadvertidamente la calle.
En este punto, me gustaría aclarar que, según mi propia experiencia, conducir por Las Vegas puede ser bastante complejo en algunas ocasiones. Las marcas viales se reemplazan frecuentemente por grupos de “tachuelas gigantes” para mejorar su visibilidad, ya que el sol incide con ganas sobre su superficie, la arena invade frecuentemente la calzada, la pintura no es la mejor solución, y el conglomerado asfáltico allí no siempre es suficientemente oscuro por la composición de los áridos utilizados.
Además, hay complejísimos nudos de carreteras en la circunvalación de la ciudad y los conductores de la zona están acostumbrados a saltarse determinadas reglas de tráfico, como girar a la derecha con el semáforo en rojo simplemente cerciorándose de que no viene nadie, algo que te choca bastante la primera vez pero que acabas viéndote obligado a hacer aunque no quieras para no entorpecer la fluidez del tráfico. Y sobre el consumo de alcohol en Las Vegas, casi mejor no hablamos.
El robotaxi no es la solución a los problemas del mundo, pero mola
Al igual que el impecable corto de Hyundai, con su planteamiento, nudo y desenlace, el comunicado de la marca coreana concluye con una interesante reflexión sobre lo que puede aportar toda la tecnología embarcada en su robotaxi de cara a mejorar la vida de las personas.
Para Hyundai, este IONIQ 5 100 % autónomo “es la encarnación de las tecnologías transformadoras de la movilidad reunidas en un solo vehículo”, y esta campaña promocional que mezcla magistralmente la emotividad de la historia de Pearl con el elemento cómico del Ioniq 5 siendo examinado por la implacable Kandice es todo un acierto para ejemplificar en qué punto se encuentran todas estas tecnologías.
Y ahora, sin más preámbulos, te invitamos a que disfrutes del corto del Hyundai Ioniq 5 robotaxi. Está en YouTube, dura cuatro minutos, ningún animal ha sido maltratado durante su filmación –aunque los veganos militantes no opinarán lo mismo, ya que Pearl monta a caballo, lo que implica subirse a la espalda de un animal y obligarle a hacer lo que ella quiera– y si no se te cae un lagrimón cuando el vídeo funda a negro (o a azul) es que eres más duro (o dura o dure) que el turrón de oferta. ¡Dentro vídeo!