La compañía de Goodwood ha entrado por la puerta grande en el mundo de la electrificación con su impresionante Rolls-Royce Spectre, un majestuoso coupé que deja claro sus orígenes, pero que encierra una sofisticada mecánica eléctrica que ahora les está dando a la firma británica algunos quebraderos de cabeza, puesto que ha tenido que llamar a un importante número de unidades a pasar por un taller oficial y subsanar un problema que podría llegar a ser fatal.
Esta llamada a revisión deja claro que estos problemas durante su fase de fabricación no solo son comunes en vehículos de ajustado precio, porque el Rolls-Royce Spectre no es un automóvil que esté al alcance de todos los bolsillos. Tanto es así que uno de estos vehículos arranca en Alemania en los 379.000 euros, mientras que en Reino Unido parte de las 330.000 libras (386.000 euros), así como en Estados Unidos cuesta 422.750 dólares (390.000 euros) para empezar a hablar.
107 Rolls-Royce Spectre son llamados a revisión
Pero como hemos dicho, la compañía de Goodwood ha tenido que llamar a la puerta de 107 de los propietarios que han adquirido uno de estos Rolls-Royce Spectre, al detectar que uno de los cables que se ha utilizado en la mecánica eléctrica de este sensacional coupé eléctrico podría encontrarse defectuoso. Este detalle podría llegar a suponer un riesgo significativo tanto para el vehículo, como para sus usuarios.
En realidad la compañía británica dice que detectó el problema durante una inspección rutinaria antes de la entrega de uno de estos Rolls-Royce Spectre allá por el mes de diciembre de 2023. El encargado de realizar dicha inspección encontró restos de un adhesivo en una de las conexiones eléctricas, de manera que la casa británica decidió arrancar una exhaustiva investigación para determinar de donde provenía dicho defecto. Un día más tarde el proveedor de este componente también abrió su propia línea de investigación para subsanar el problema.
‘Sería raro’. Pero el vehículo podría incluso llegar a arder
Tal fue la preocupación que incluso el fabricante de Goodwood decidió paralizar las entregas de su Rolls-Royce Spectre a partir del 11 de enero de este año. Y es que el residuo adhesivo fue encontrado en la conexión entre el motor eléctrico delantero y la toma de tierra, lo que podría haber llegado a provocar un aumento de la resistencia eléctrica, acabando en una conexión a tierra insuficiente que podría finalizar en forma de cortocircuito e incluso incendio. Aunque bien es cierto que la compañía británica habla de que sería ‘un caso extremadamente raro’.
No se tiene conocimiento de ningún incidente asociado a uno de esos 107 Rolls-Royce Spectre que han sido llamado a revisión, debiendo pasar por su concesionario más cercano para inspeccionar el automóvil en busca de posibles resto de ese famoso residuo adhesivo. En caso afirmativo será eliminado de la conexión para evitar riesgos.
El 90% de los Rolls-Royce Spectre podrían estar afectados
La compañía británica dice que alrededor del 90% de sus Rolls-Royce Spectre podría presentar este defecto, del que se desconoce cómo llegó a dicho componente. Independientemente de ello, está claro que el escrupuloso trabajo de desarrollo y de puesta a punto llevado a cabo durante años y cientos de miles de kilómetros por los chicos de Goodwood con el objetivo de que nada fallara en su primer vehículo eléctrico no ha dado resultado. Pero por lo menos han dado con el fallo.
