Hablar de una alternativa a la electrificación pura y dura es hablar de hidrógeno. Y la ilustre firma japonesa Toyota tiene una larga herencia en dicha tecnología, la cual ha trasladado a su legendario Toyota Hilux. En realidad el proyecto de desarrollar una versión de este mítico pick-up con una mecánica alimentada por hidrógeno fue anunciado en diciembre de 2022, mientras que el primer prototipo vio la luz en septiembre de 2023. Desde entonces la firma nipona no ha parado hasta ensamblar 10 prototipos que está utilizando como auténticos ‘laboratorios’.
Ha sido en Derby, Reino Unido, donde han cobrado vida estas diez unidades del Toyota Hilux FCEV, de las cuales cinco de ellas serán verdaderos ‘conejillos de indias’, mientras que otras cinco serán utilizadas en demostraciones para clientes y medios de comunicación, incluyendo su acto de presencia en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París este mismo año.
El Toyota Hilux FCEV hereda la mecánica de los Mirai
A nivel estético, solo la pertinente decoración exterior delata a estos Toyota Hilux con mecánica de hidrógeno. Y es que todos ellos nacen desde la base de la versión Extended Cab, con unas cotas exteriores de 5,33 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,81 metros de alto. Pero bajo esa carrocería las cosas son muy diferentes si se comparan a las versiones de este pick-up que puedes encontrar en los concesionarios de la compañía nipona con una mecánica diésel.
Para dar vida a estos Toyota Hilux FCEV la firma japonesa ha decidido transplantar la mecánica ya utilizada en su conocido Toyota Mirai. Eso significa heredar un motor eléctrico que proporciona 134 kW de potencia (182 CV) y 300 Nm de par motor, el cual está colocado en su eje trasero, por lo que estos prototipos no cuentan con tracción a las cuatro ruedas.
Promete 600 kilómetros de autonomía
En su favor hay que decir que la casa japonesa asegura que esta configuración aporta más ligereza al conjunto, traduciéndose en una mayor carga útil y en una capacidad de remolque superior a la de un Toyota Hilux con mecánica diésel. De la misma manera que esta arquitectura les permite a estos prototipos extender su autonomía, pues se habla de unos sorprendentes 600 kilómetros con una sola carga.
Ten en cuenta que entre los largueros que conforman el chasis original de un Toyota Hilux la casa japonesa ha colocado tres tanques donde se almacena el hidrógeno a alta presión. Cada uno de esos tanques acumula 2,6 kilos, resultando un total de 7,8 kilos que se recargan en el mismo tiempo que demanda llenar el depósito de diésel. Con ese hidrógeno se alimenta a la pila de combustible que hay bajo el capó delantero y que genera energía para cargar la batería de iones de litio.
El Toyota Hilux FCEV no es la única apuesta por el hidrógeno
Estos sensacionales laboratorios con ruedas servirán para desarrollar la tercera generación de pilas de combustibles de Toyota, quien espera tenerlas listas para llegar a la producción en 2026 o en 2027. Aunque estos Toyota Hilux FCEV aún no las emplean, se estima que esta nueva generación ofrezca un 20% más de autonomía respecto a la actual, de la misma forma que los costes de producción se verán reducidos en un tercio para así dar como resultado vehículos más asequibles.
Sin embargo, la pila de combustible no es la única aplicación que Toyota está experimentando en torno al hidrógeno, pues este también lo utilizan como alternativa directa a la gasolina, alimentando sus motores de combustión más tradicionales en diferentes disciplinas de competición a lo largo del planeta para demostrar que aún hay vida más allá de los coches eléctricos de batería.