Aston Martin acaba de hacer oficial su nuevo supercoche, el Valhalla un espectacular superdeportivo que quiere mostrar lo que es capaz de hacer el constructor británico en estos tiempos de hibridación para seguir creando coches de leyenda. Y de paso, dar respuesta a las propuestas de sus ‘contrincantes’ italianos o su ‘paisano’ McLaren, entre otros.
El Aston Martin Valhalla es una obra maestra de la ingeniería automovilística que da cifras y titulares por todas partes. Por ejemplo cuando se habla de su impresionante potencia de 1.064 CV. O cuando se analiza su sistema de propulsión híbrido enchufable en el que el motor de combustión es un V8. Y es que la firma de Gaydon ha querido echar el resto con este PHEV que no solo es el primer híbrido enchufable de la firma británica, sino que también marca una nueva era en el diseño y la tecnología de Aston Martin.
V8 y tres motores eléctricos para propulsar al Aston Martin Valhalla
En el corazón del Valhalla se encuentra un motor V8 biturbo de 4.0 litros capaz de generar 828 caballos con lo que se convierte en el más potente Aston Martin hasta la fecha. Y la cosa no queda aquí, porque el Valhalla suma tres motores eléctricos, dos de los cuales se sitúan en el eje delantero, con lo que la potencia total asciende a 1.064 CV y si hablamos del par máximo, se sitúa en unos impresionante 1.100 Nm.
Con estas cifras, el rendimiento se da por descontado. Y así es cuando vemos las cifras que es capaz de obtener la última creación de Gaydon. El Aston Martin Valhalla es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 350 km/h. Poco más que decir.
A toda esta parte mecánicas, el Valhalla suma las más avanzadas tecnologías. Por ejemplol estrena una transmisión de doble embrague de ocho velocidades, una novedad que junto a la tracción a las cuatro ruedas por la configuración de sus motores asegura que el Valhalla es capaz de ofrecer una experiencia de conducción que combina velocidad extrema y precisión.
La incorporación de tres motores eléctricos no solo mejora la potencia, sino que también permite la vectorización de par en el eje delantero. Esto se complementa con un diferencial de deslizamiento limitado electrónico en el eje trasero, que reduce el retardo del turbo y permite aumentar la recuperación de energía durante el frenado.
14 kilómetros en modo eléctrico
Con esta tecnología, el Valhalla puede conducir en modo totalmente eléctrico durante hasta 14 km, aunque con una velocidad máxima limitada a 140 km/h. No le darán la etiqueta 0 con esa autonomía eléctrica, pero desde luego será sorprendente poder circular en un superdeportivo de este calibre sin ningún tipo de sonido.
Uno de los aspectos más trabajados del Valhalla, como ya ocurría con su predecesor, el Valkyrie, es el enfoque radical en el trabajo de aerodinámica para conseguir esas prestaciones, esas velocidades y la máxima estabilidad. El nuevo modelo es capaz, a velocidades de 240 km/h, de generar más de 600 kg de carga aerodinámica, lo que garantiza una estabilidad excepcional. Cuenta con componentes aerodinámicos activos que ayudan a gestionar el exceso de carga en los alerones delanteros y traseros, optimizando el rendimiento según las condiciones de conducción.
Y hay un cerebro que controla los componentes del coche que inciden en el comportamiento dinámico como la suspensión, el sistema de frenos, la dirección y la aerodinámica activa. Todo ello está gestionado por un sistema de Control Dinámico del Vehículo Integrado (IVC). Esto permite una afinación precisa y asegura que los ejes delantero y trasero se comuniquen entre sí, mejorando la respuesta y las sensaciones de conducción.
El catálogo de delicatessen tecnológicas no termina aquí. El Valhalla está construido sobre un monocasco de fibra de carbono, lo que le proporciona una rigidez estructural excepcional al mismo tiempo que es capaz de reducir el peso. A esto se le suma la instalación de sub-chasis de aluminio en la parte delantera y trasera. La suspensión diferenciada incluye un sistema con resortes y amortiguadores internos en la parte delantera, mientras que en la parte trasera se emplean amortiguadores adaptativos Bilstein DTX.
Un interior de coche de carreras
Y como en un superdeportivo tan importante como correr mucho es frenar muy rápido, el sistema de frenado del Aston Martin Valhalla es de lo mejor que se pueda encontrar en el mercado. Cuenta con discos de carbono cerámico en las cuatro ruedas, con medidas de 410 mm en la parte delantera y 290 mm en la trasera.
Si en su construcción y tecnología lo que prevalece es deportividad, el ambiente que se debe respirar al conducirlo debe tener los mismos atributos. El habitáculo del Valhalla está diseñado con un estilo similar a los coches de carreras. Equipado con un sistema de asientos de carbono que proporciona una posición de conducción baja y centrada, el interior ofrece un volante de fibra de carbono con diseño plano en la parte superior e inferior. Destaca también la instrumentación digital y una pantalla de infoentretenimiento de gran tamaño, que ha sido diseñada especialmente por el equipo de Aston Martin.
Por si este estilo ‘de serie’ no fuera del gusto de los propietarios del Valhalla, estos podrán adaptar su vehículo según sus preferencias gracias a las posibilidades de personalización ofrecidas por la división Q de Aston Martin. Será la manera de asegurar que cada unidad de este modelo sea auténticamente única.
Aunque tampoco es previsible que un poseedor de Aston Martin Valhalla vaya a cruzarse muchas veces con otro modelo igual. Porque la nueva creación de la firma británica se producirá en una edición limitada de solo 999 unidades en todo el mundo. Aunque aún no se ha confirmado el precio, es evidente que será un producto exclusivo y de lujo, destinado a un selecto grupo de aficionados a los supercoches con una más que saneada cuenta corriente. Pero seguro que estará, ya desde hoy mismo en las ‘oraciones’ de todos aquellos que esperan que la lotería de Navidad les acerque a algún sueño imposible.
El Aston Martin Valhalla llega con argumentos para generar competitividad en ese selecto grupo de supercoches en el que ya están modelos como el Lamborghini Revuelto, el Ferrari SF90 Stradale o el McLaren W1, por citar solo los más representativos. Con su impresionante motorización V8 híbrido, tecnología avanzada y diseño inspirado en la Fórmula 1, está claro que el Valhalla no es solo un coche, sino una señal del futuro que le espera a la marca británica y también a esta nueva época en el mundo del automóvil.