En Audi, sobre todo en la parte más deportiva de la compañía de los aros, siempre han tenido un punto inconformista. Había que ir siempre un paso más allá. Así comenzó hace casi 30 años la historia de los coches de alto rendimiento de Audi, con el Audi S6 Plus. Y en estas tres décadas, ese Plus ha variado y se ha convertido en Performance. Cambia la manera de denominarlos pero no cambia la filosofía de ofrecer aún más deportividad y aún más rendimiento en los coches más deportivos de Audi.
En los tiempos de quattro GmbH, la palabra Plus representaba a las variantes especialmente deportivas de los modelos Audi RS 6 y RS 7, que ya de por sí eran extremadamente potentes. Estos dos modelos seguían la filosofía de aprovechar al máximo toda la tecnología disponible en la marca alemana, ofreciendo un plus adicional en dinámica de conducción sin sacrificar la versatilidad. Porque ambos modelos eran superdeportivos, pero que no renunciaban a las versátiles carrocerías familiares y a sus posibilidades.
La historia de los Audi más deportivos empieza en 1996
En 2016 es cuando se produce el cambio de denominación, de Plus a Performance, pero sin cambiar nada su filosofía. Una filosofía que tiene su origen en 1996, el momento en el que empieza la historia de los RS 6 Performance. Todo comenzó con la generación C4 del Audi S6 Plus, cuando la división deportiva de la firma, conocida como quattro GmbH (ahora Audi Sport GmbH) se lanzó a desarrollar la variante deportiva, denominada internamente Q1.
No era una tarea fácil, pues el precedente era el Audi RS2 Avant, que había sido un gran éxito y había mostrado el camino de lo que había que hacer para conseguir mejorar lo que a simple vista parece inmejorable. El objetivo con este proyecto era crear un nuevo modelo con más potencia y mejor dinámica de conducción y para ello, la base iba a ser el Audi S6 V8. Nacía, por tanto, el Audi S6 Plus.
Para esta creación, el departamento de desarrollo de motores de Audi en Neckarsulm evolucionó el motor V8 de 4.2 litros que impulsaba al Audi S6. La potencia del motor se incrementó de 290 a 326 CV, superando incluso a lo que ofrecía el Audi RS2 Avant. Además, incorporó frenos delanteros más grandes, una transmisión de seis velocidades con relaciones más cortas a partir de la tercera marcha y una suspensión más firme. Y en ambos ejes montaban llantas de 17 pulgadas con neumáticos en formato 255.
La deportividad también se apreciaba en un diseño interior predominantemente negro en el que quattro GmbH incorporó detalles en el pomo del cambio y las esferas del velocímetro en azul, gris o blanco, incluyendo una escala que llegaba hasta los 300 km/h.
El primer modelo de Audi quattro GmbH se presentó en el Salón de Ginebra
El momento de la verdad llegó con la presentación del primer modelo de quattro GmbH, para lo que la división deportiva de la marca de los aros contó con su propio stand en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Era el inicio de una historia de éxito que en los 15 meses que el S6 Plus estuvo disponible vio cómo 855 Avant y 97 Berlinas comenzaron a dar sentido a la palabra Plus.
De ahí empezó una historia para dar sentido al concepto de familiar deportivo. Tras el RS2 y el S6 Plus, los auténticos precursores, el primer verdadero modelo RS de quattro GmbH fue el RS4 Avant (B5) en 1999. Un modelo que destacaba en la comparación con el Audi S4 por una carrocería ensanchada y un motor desarrollado en colaboración con Cosworth, que por aquel entonces rendía 381 CV.
En solo un año, a partir de principios de 2000, el Audi RS4 Avant se convirtió en el nuevo buque insignia de la serie Audi A4 B5 y se convirtió en un rotundo éxito de ventas, pues se la previsión de vender 3.000 unidades se quedó pequeña, pues se superaron las más de 6.000 unidades entregadas a clientes.
Un éxito que destapó en la marca la necesidad de seguir yendo más allá. El siguiente en la lista fue el RS 6 Avant, que debutó junto con las versiones Sedán y Avant de la generación C5 del Audi A6. La llegada del RS 6 Avant Plus venía con sorpresas, pues ofrecía 30 CV adicionales y una velocidad máxima oficial de 280 km/h, con lo que se convertía en el familiar deportivo más rápido del momento. Y para mantener ese encanto de lo exclusivo, la producción se limitó a 999 unidades del Avant.
En 2010 el RS 6 Plus era el segundo Audi más rápido
En la nueva generación, C6, el modelo Plus del RS 6 llegó al mercado en 2010 y buscó aún más la exclusividad, con una producción limitada a 500 unidades. No ofrecía más potencia que el RS 6 normal, pero sí más velocidad máxima. Llegaba a los 303 km/h, convirtiéndose en el segundo coche más rápido de Audi en ese momento.
Y la llegada de la generación C7, significó el cambio de Plus a Performance. el Audi RS 6 Avant Performance y el RS 7 Sportback Performance se estrenaron en 2016. Con un motor ligeramente modificado, la potencia aumentó a 605 CV y el par motor alcanzó los 750 Nm en el modo de conducción «dynamic». Estos modelos ofrecían una velocidad máxima de hasta 305 km/h.
Esa misma estrategia llega a la movilidad electrificada, porque a la marca alemana le importa poco con qué tecnología se muevan sus coches más deportivos. Lo que es innegociable es que tienen que ser dinámicos y prestacionales. Y eso que se ha mantenido a lo largo de los años y continuará en el futuro electrificado, donde los modelos RS seguirán siendo una mezcla de vehículos cómodos para el uso diario y deportivos y ágiles, con un diseño exterior e interior que los diferencie claramente de los modelos base.