Si os contamos que nuestros tres protagonistas corren más o menos lo mismo, y que a uno de ellos le hemos medido 3,43 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, empezamos a comprender el poder que tiene el mismo corazón de estas máquinas.
Si os contamos que nuestros tres protagonistas corren más o menos lo mismo, y que a uno de ellos le hemos medido 3,43 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, empezamos a comprender el poder que tiene el mismo corazón de estas máquinas.