El nuevo vehículo de Citroën para el WRC cuenta con un motor turbo de 1.6 litros de inyección directa con 380 caballos de potencia y un diferencial central que promete mejorar la motricidad. La aerodinámica también ha sido mejorada y ahora cuenta con un parachoques delantero muy afilado, grandes entradas y salidas de aire y un difusor trasero.
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