Interior. El habitáculo se remata con rigor y está totalmente digitalizado, aunque el cuadro se nos antoja algo pequeño. El cuadro de mandos digital se configura con cinco presentaciones diferentes, pero su tamaño es muy pequeño y cuesta consultarlo. El Head-up Display se ofrece de serie y alivia en parte la información del cuadro.
Inicio prueba Citroën C4 1.2 Puretech 130 CV EAT8 Shine-3