Calidad por los cuatro costados el XC90 ha conseguido combinar la filosofía sueca del automóvil con un tacto alemán de conducción. Y con una calidad extraordinaria. Al cambio automático de 8 marchas tan solo le faltan las levas en el volante. Fiel a su histórica trayectoria en este campo, el XC90 cuenta con unos asientos muy cómodos. Los respaldos traseros se reclinan y se desplazan.
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