El Salón de Fráncfort se ha convertido un año más en el mejor escaparate de la industria del automóvil. Los alemanes han echado el resto, pero el resto de fabricantes no se arredran.
El Salón de Fráncfort se ha convertido un año más en el mejor escaparate de la industria del automóvil. Los alemanes han echado el resto, pero el resto de fabricantes no se arredran.