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De Mónaco a Japón, de Singapur a Italia, prepárate para volar a velocidad de pista sobre un ránking en el que descubriremos la pole position de los más extraordinarios, asombrosos y arriesgados circuitos de todo el mundo junto con la historia de sus glorias y algunas de sus espeluznantes tragedias.
Desde el año 1950, cuando la Fórmula 1 adquirió su categoría e identidad como deporte autónomo, el aumento de la pasión por las carreras abrazó también el auge y la inversión exponencial para las infraestructuras destinadas a acogerlas. Hoy los circuitos de Fórmula 1 han pasado de ser meras construcciones de asfalto y hormigón para convertirse en auténticas experiencias temáticas. Te invitamos a conocer algunos de los más importantes y a descubrir por qué no sólo son esenciales para la competición, sino también el motivo por el que tienen adjudicado un lugar de honor en la memoria colectiva como escenarios de triunfos, derrotas y dramas humanos y deportivos.
El creciente interés por albergar las competiciones en entornos controlados, cerrados y específicos vino impulsado por la promoción de las grandes escuderías como Ferrari, Alfa Romeo, Masserati… Marcas que eran sinónimo de respaldo económico en la era culmen del desarrollo automovilístico. Era exactamente lo que necesitaban las carreras para dejar de ser sólo eso, y convertirse en competiciones de velocidad al nivel de otras disciplinas de mayor impacto social.
El público acostumbrado a pie de pista disfrutó de inmediato de la atracción de ver las carreras en grada, en circuitos cada vez más impresionantes y pintorescos, más cómodos, más recreativos, y más desafiantes para los pilotos. Captando la demanda, la Federaciones, escuderías y patrocinadores volcaron sus cuentas bancarias en la ley del más es más y comenzó una época de convenios en despachos, donde se tensaban las cuerdas de las adjudicaciones. Todos los países deseaban tener su circuito emblema de Fórmula 1. Todas las grandes ciudades (y las no tan grandes) pugnaban por destacar en el mapa y convertirse en destino obligado para las agendas de los aficionados y marcar, aunque fuera con una única cita anual, el cobijo de un gran campeonato.
Muchas de ellas lo consiguieron. No todas con especiales méritos o brillo significativo. Y muy pocas han logrado convertirse en algo más que la cuna de un circuito, hasta el punto de ser quizá más conocidas por la Fórmula 1 que por sus meras cualidades urbanísticas o sus atractivos turísticos.
De la pugna por conseguir alzar el mejor estadio de la Fórmula 1 nace también la pasión de los aficionados por seguir las competiciones y apostar por sus pilotos favoritos, una tradición que supuso un auténtico fenómeno social y que fomentó aún más la asistencia a los grandes circuitos.
De hecho, la Fórmula 1 y, en general, los deportes de motor, se han abierto un importante hueco entre las apuestas deportivas. Numerosas casas de apuestas ponen a disposición de los jugadores múltiples opciones para realizar apuestas y obtener jugosos beneficios. Sin embargo, el comienzo puede resultar difícil si no estás familiarizado con los términos y requisitos de las apuestas.
Si eres un apasionado del motor o estás empezando a sentir la atracción por las competiciones, ahora puedes disfrutar el doble apostando por tus pilotos y escuderías preferidas aprendiendo todo lo que necesitas saber con esta guía de apuestas deportivas para principiantes en la que descubrirás eficaces técnicas y estrategias para aprovechar al máximo tus apuestas y obtener las mayores ganancias posibles.
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Suzuka International Racing Course (Gran Premio de Japón)
Con su emblemática, imitada y temida estructura en forma de “8”, el circuito de Suzuka alberga las carreras de Fórmula 1 desde 1987. Cualquier fotografía de su diseño te lleva inmediatamente a identificar el trazado “típico” que todos podemos tener en nuestra imaginación respecto a lo que es un circuito de carreras. Cualquier aficionado que en su infancia jugara a las competiciones con coches de radio control de seguro que en algún momento soñó con ensamblar las pistas para formar el característico dibujo de Suzuka.
Una de las zonas favoritas del mismo es la sucesión de curvas de la gran “S”, tres giros que culminan en uno más pronunciado para afrontar el cruce de un puente que hace la pista sobre sí misma. Un requiebro de la tecnología que desde luego hace más vistosas y atractivas las carreras.
Suzuka hace girar todavía más a los pilotos, completando un total de 18 curvas rápidas, técnicas y complicadas. El impredecible clima de la zona donde está situado (unos 60 kilómetros al suroeste de Nagoya, una ciudad construida en mesetas bajas para prevenir riesgo de inundaciones), hace que su seguridad haya sido cuestionada en más de una ocasión.
En el año 2002, el piloto Allan McNish sufrió un accidente que le obligó a retirarse para siempre de la competición de F1. Peor fue el siniestro del año siguiente, cuando Daijiro Kato perdía la vida tras impactar frontalmente contra un muro de hormigón. Las secciones del siniestro fueron modificadas, pero no impidieron que una especie de maldición quedase impregnada en el asfalto. En el año 2014, a falta de ocho vueltas para el final del GP de Japón, el francés Jules Bianchi perdía el control a la salida de la curva 7, siendo extraído inconsciente del vehículo accidentado y siendo operado de urgencia en el hospital por un traumatismo craneoencefálico que deterioró sus capacidades hasta que perdió la vida un año después.
Mónaco (Gran Premio de Mónaco)
Es éste el trazado quizá más popular de la lista, aún para los que ni siquiera son aficionados ni nunca han visto una carrera de Fórmula 1. Mónaco tiene renombre mundial por dos principales cuestiones: sus casinos y su circuito de carreras.
Visto desde el aire, el circuito de Mónaco dibuja una forma de garfio o gancho muy peculiar y aparenta una estructura uniforme y prolongada, sin puentes o niveles aunque sí con un túnel. El Gran Premio que alberga es uno de los más clásicos, ya que fue fundado en el año 1929, y una de sus principales características es la de formar parte estructural de la misma ciudad, y estar compuesto por sus propias calles.
El trazado, por tanto, atraviesa la propia ciudad y representa un atractivo turístico en sí mismo, conviviendo con edificios, balcones y monumentos como la iglesia de Santa Devota, donde se dibuja la curva del mismo nombre.
Fue uno de los más complicados de trazar debido a la necesidad forzada de incorporarlo y adaptarlo a la propia infraestructura de la ciudad, y se compone de curvas cerradas y rectas muy cortas, aunque la velocidad media del circuito es baja. Explorar la historia del circuito a través de sus imágenes es fascinante ya que, al albergar competiciones tan primigenias, Mónaco conserva en su bibliografía documental las más curiosas fotografías de los primeros coches de Fórmula 1
A pesar de sus angostos tramos y sus cerradas curvas, en su historia negra sólo hay que lamentar un fallecimiento, el del piloto Lorenzo Bandini en 1967, antes de las posteriores remodelaciones y trazados para mejorar la infraestructura y evitar futuras tragedias.
Spa-Francorchamps (Gran Premio de Bélgica)
Otro de los clásicos de la Fórmula 1 es el circuito de Spa Francorchamps, ubicado en la provincia de Lieja desde el año 1920. Su forma de ave con las alas plegadas o también a veces visto como un martillo desde el aire parecen aventurar una senda de no demasiado difícil recorrido, con largas rectas y curvas suaves que se alternan con algunos (muy pocos) giros cerrados. Es el circuito más importante de Bélgica y uno de los más queridos por los pilotos. Uno de sus tramos más famosos es el Eau Rouge y Raidillon, una subida que exige mucha precisión.
Spa Francorchamps está situado en una zona que también aqueja de imprevisibles inclemencias climáticas. La lluvia es abundante durante todo el año, y es uno de los factores de riesgo que más temen los pilotos.
Ha sido escenario de grandes duelos, como el de Hakkinen y Schumacher del año 2000, con una final en recta de pura adrenalina donde el finlandés rebasaba al alemán doblando a su vez al piloto brasileño Ricardo Zonta. Su climatología, más que su trazado, han sido la causa de numerosos accidentes. 13 pilotos se vieron involucrados en el más numeroso, en 1998, aunque afortunadamente sin consecuencias físicas.
En 2012 se recuerda especialmente el accidente que causó Romain Grosiean, cuando intentaba cerrar el paso a Lewis Hamilton, y tras cuya aproximación el coche del francés salió volando e impactó en el de Fernando Alonso.
Dentro de su historia de accidentes, se lamenta el fallecimiento de Anthoine Hubert, en una competición de Fórmula 2, y el de 2023 del neerlandés Dilano vant Hoff en características similares.
Silverstone (Gran Premio de Gran Bretaña)
Puede que junto con Mónaco sea uno de los grandes clásicos del palmarés de circuitos más populares del mundo. Desde luego es de los más prestigiosos, al haber albergado desde el Gran Premio de Gran Bretaña hasta el Campeonato Mundial de Resistencia y el Gran Premio Mundial de Motociclismo, entre otras pruebas internacionales.
Aeródromo inactivo después de la II Guerra Mundial, sus pistas de aterrizaje inutilizadas comenzaron a usarse para las carreras en 1947. Situado en el condado de Northamptonshire, su trazado puede variar en función de la prueba que se dispute, con la posibilidad de abrir o cerrar secciones de la pista.
Tiene una gran popularidad en el Reino Unido y es la sede más representativa de los principales premios del motor del país, además de ser foco habitual de paparazzis y la prensa amarilla al ser también un lugar que frecuentan estrellas internacionales cada vez que se disputa un premio importante. El pasado verano la actriz de Juego de Tronos Emilia Clarke hasta se atrevió a dar una vuelta rápida como pasajera en un McLaren 750S, conducido por el piloto de Fórmula E, Sam Bird. No es la única famosa que se ha atrevido a vivir la experiencia: Gordon Ramsey o el cantante Ed Sheeran también se pusieron el casco para volar por la pista de Silverstone a toda velocidad.
Respecto a las cuestiones técnicas, la verdadera dificultad de Silverstone radica en mantener el control a alta velocidad. La aerodinámica y la estabilidad del vehículo son primordiales para tener éxito en este circuito. Además, las condiciones meteorológicas cambiantes tan propias de esa zona de Inglaterra también pueden resultar un reto adicional a combatir.
Marina Bay (Gran Premio de Singapur)
Uno de los circuitos de más reciente construcción y de los más exóticos es el trazado callejero de Marina Bay que acoge el Gran Premio de Singapur, situado en la misma bahía de la capital del país y construido en 2008. Tiene una capacidad de 80.000 espectadores, una distancia de 5,2 kilómetros y 23 curvas, con la peculiaridad de que la carrera se realiza en sentido contrario a las agujas del reloj.
El circuito alberga la primera competición nocturna de Fórmula 1, una circunstancia que en su alumbramiento resultó muy polémica. Se estudió mucho acerca del potencial peligro y riesgo para los pilotos y se valoró si realmente merecía la pena correr a esas horas y bajo esas condiciones de visibilidad. Sin embargo, la Federación concluyó que el evento se mantendría después de testear varias pruebas de alumbrado que resultaron ser positivas y exentas de riesgo. Equipos y pilotos no quedaron satisfechos con estas muestras de supuesta seguridad, ampliando sus sospechas sobre ciertas zonas del trazado: escapatorias cortas pudiendo ser más anchas, curvas mal dibujadas y en ángulos imposibles, baches que tocaban los bajos de los coches, pianos semisueltos y una enlazada de la curva 11 que era puro riesgo, después de tener que atravesar la curva 10 con forma de “W”, bordillos impresionantes y escapatoria nula.
Por todo ello o a pesar de estas circunstancias, es una de las competiciones preferidas por los aficionados porque siempre es garantía de carreras emocionantes y agitadas. Contiene el valor añadido de poder disfrutar del espectáculo de la iluminación nocturna de un gran premio de Fórmula 1, donde resulta fascinante el contraste entre el brillo de las carrocerías y las chispas de los neumáticos en el asfalto.
YOUTUBE VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=slCskHrI_Vg
Además, la carrera en Singapur es una de las más largas de la temporada, y los pilotos deben mantener la concentración en condiciones físicas extremas, especialmente debido al calor y la espesa y densa humedad de la región.
Interlagos (Gran Premio de Brasil)
Cruzamos el Atlántico para observar de cerca uno de los más bonitos e importantes circuitos de América, situado en la ciudad de Sao Paulo: el Autódromo José Carlos Parce, más conocido como Interlagos. Desde 1973 es la sede del Gran Premio de Brasil y debe su nombre a que originalmente la pista fue construida en una región entre dos grandes lagos artificiales, el Guarapiranga y el Billings. También tiene un sentido de giro antihorario y una pista corta de 4,309 km con una mezcla de curvas técnicas y rectas de alta velocidad.
La recta principal, donde se puede alcanzar mayor velocidad, se realiza en subida y desemboca en la S de Senna ( fue propuesta por el piloto del mismo nombre en la remodelación), provocando la frenada más fuerte de la pista que suele utilizarse para intentar adelantamientos. Ayrton Senna, fallecido durante el Gran Premio de San Marino de 1994, ha sido uno de los pilotos más queridos y recordados, con especial énfasis en Brasil, donde numerosos corredores le han rendido -y le siguen rindiendo- homenaje, como hará esta temporada Lewis Hamilton.
Las instalaciones de Interlagos han sido muy criticadas, debido a que el trazado cuenta con la existencia de montículos que pueden afectar mucho al rendimiento de las máquinas y a la comodidad de los pilotos, sobre todo en la primera curva. Uno de los episodios más polémicos fue en las pruebas clasificatorias del Gran Premio de Brasil de 2000. Las sesiones de entrenamiento y competición tuvieron que detenerse varias veces debido a que había carteles publicitarios desperdigados por toda la pista.
La pista estrecha de 4,309 kilómetros, y el diseño en subida y bajada, junto con el clima variable idiosincrásico de la zona, crean una carrera impredecible y altamente competitiva. La capacidad de adaptación y la fortaleza física de los pilotos, que se ven obligados a una preparación extra para estas circunstancias y de cara a esta competición, son cruciales en Interlagos.
Monza (Gran Premio de Italia)
Por último, nos trasladamos hasta la región de Lombardía en Italia para visitar el Autodromo Internazionale di Monza, conocido popularmente como “El templo de la velocidad” y con una curiosa y comparativa orografía de su pista principal en forma de bota, como la propia península donde se ubica.
Consta de tres pistas: la “bota”, usada para los Grandes Premios; la pista Junior que se extiende a lo largo de 2.405 metros, y un circuito peraltado de velocidad de 4.250 metros, hoy en desuso.
En ella se disputa, entre otros premios muy importantes, el Gran Premio de F1 de Italia desde 1950. Al tener largas rectas y muy pocas curvas, los coches alcanzan auténticas velocidades de vértigo y las carreras son apasionantes y muy disputadas, debiendo los pilotos arriesgar con el acelerador en cada vuelta. Su longitud de 5,793 km permite a los pilotos correr muchísimo, pero como contrapunto requiere habilidades para frenar con altos reflejos a velocidades extremas.
Una de las tragedias lamentablemente más recordadas en la historia de la Fórmula 1 tuvo lugar en 1961 con la muerte en un accidente de Wolfgang von Trip y 11 espectadores. Tras el terrible accidente se agregaron nuevas barreras de seguridad y se alejó de la pista la zona de reaprovisionamiento de combustible. Pocas veces en la Fórmula 1 ha ocurrido un desastre de esta magnitud que haya terminado afectando incluso a los aficionados que disfrutaban de la carrera.