A pesar de que Koenigsegg es un pequeño fabricante de automóviles, es complicado no quedar impresionado con el trabajo que realizan en la creación de cada una de sus máquinas. Sobre todo teniendo en cuenta que desarrollan ellos mismos todos el trabajo de ingeniería o fabricación, con el objetivo de depender lo menos posible de proveedores externos. Y para mostrarnos lo complejo que es confeccionar vehículos de altos vuelos con esta filosofía, la compañía de Ängelholm nos lo deja claro con su último vídeo, un sensacional cortometraje de 20 minutos en los que además de poder ver las entrañas de su artesanal factoría, te cuentan los pormenores de un motor tan avanzado como el 5.0 V8 Biturbo que usa su todopoderoso Koenigsegg Jesko.
La compañía sueca está liderada por su fundador, Christian von Koenigsegg, quien además de dar su apellido a la firma, la ha llevado a plantar cara a marcas de renombre. No sólo por confeccionar criaturas tan extraordinarias como los conocidos Agera o Regera, sino también por potencia al máximo la tecnología con el desarrollo de un motor de cuatro cilindros y sobrealimentado que carece de levas y que puede generar más de 600 CV de potencia. Por si no fuera suficiente, la casa sueca también ha creado las transmisiones más avanzadas para sus vehículos, como la conocida Light Speed, que encierra en su interior siete embragues sin horquillas selectoras, collarines ni sincronizadores. Toda una revolución que se aleja de los cambios más tradicionales.
Ensamblar el motor de un Koenigsegg Jesko lleva una semana de trabajo
En este vídeo rodado en las instalaciones de su artesanal factoría de Ängelholm, el propio Christian von Koenigsegg nos desgrana los pormenores de la mencionada transmisión Light Speed, además de mostrarnos en primera persona el poderoso 5.0 V8 Biturbo que utiliza su última máquina, el Koenigsegg Jesko. Motor que como hacen otras muchas marcas de renombre (lease Mercedes-AMG o Aston Martin entre otras) ensambla una única persona, quien trabaja durante toda una semana para dar vida a dicho propulsor con la misma precisión que lo haría un relojero suizo.
El corazón que utiliza el Jesko está estrechamente relacionado con el que también emplea el Agera, pero ha sido debidamente modificado al introducir cuatro válvulas por cilindros y un cigüeñal plano entre otros componentes. Todo nace a partir de un ligerísimo bloque que apenas pesa 12,5 kilos, debidamente adaptado para poder funcionar con etanol E85 como alternativa a la gasolina sin plomo. Precisamente con este primer combustible es con el que el 5.0 V8 Biturbo es capaz de generar unos escalofriantes 1.600 CV de potencia a 7.800 rpm, además de 1.500 Nm de par motor a 5.100 rpm. Este corazón que apenas pesa 189 kilos está equipado además con dos turbocompresores que son capaces de soplar a una presión de 2,2 bares y que ponen la guinda del pastel a este superdeportivo nacido en un artesanal ‘taller’ en Suecia.