“Ha llegado el momento de diseñar una estrategia industrial visionaria de la UE que no sólo preserve nuestra industria automovilística, sino que la eleve a nuevas cotas de competitividad. Esta estrategia es esencial para forjar un argumento comercial convincente a favor de la transición hacia una movilidad con cero emisiones”, afirman desde ACEA los fabricantes de automóviles en su manifiesto.
En su opinión, ”la UE se encuentra en una encrucijada crucial y se enfrenta a una competencia sin precedentes de otras regiones del mundo por inversiones y recursos vitales para garantizar la competitividad industrial”.
El cambio precisa de un enfoque global
En la pasada cumbre del Foro Internacional del Transporte (ITF), el presidente de ACEA y director ejecutivo del Grupo Renault, Luca de Meo, ya mencionó claramente el importante desafío global que supone descarbonizar el transporte afirmando que el “cambio climático es un problema planetario que requiere de una perspectiva global”, aunque lógicamente —como también destacó—, “pueden precisarse enfoques diferentes en diferentes partes del mundo”.
Según De Meo, “Los fabricantes de automóviles europeos, a menudo con una presencia y un alcance de mercado mundiales, están bien posicionados para ver que el enfoque de la descarbonización debería ser diferente según las regiones, simplemente porque las condiciones de partida son diferentes. No habrá una solución milagrosa para llevar a todos los mercados del mundo al mismo nivel de rendimiento ecológico al mismo tiempo”.
Desde ACEA se recuerda que “los fabricantes de vehículos y de baterías están invirtiendo durante la presente década más de un billón de dólares en la transición a los vehículos eléctricos, una cantidad que es mucho mayor que cualquier otra industria destina a este mismo fin”.
La industria del automóvil no puede ser la única
ACEA recuerda a la UE que esta transición ni es sólo cosa de la industria automotriz ni esta puede ser la única que la lidere. Según el presidente De Meo, “es un deporte de equipo que debemos prácticar todos juntos, trabajando en toda la cadena de valor”. Por ello De Meo insistió en la necesidad de que “los organismos públicos asuman la responsabilidad de orquestar las estrategias de los diferentes actores: la industria automotriz, la minera, la energética, la de infraestructuras”.
Igualmente recordó que “la coordinación entre países y regiones del mundo también es crucial” y pidió una mayor cooperación global. “Necesitamos un nivel muy alto de cooperación, y una cooperación de alto nivel, para garantizar el comercio, la competitividad, las economías de escala y las normas comunes. Frente a las enormes inversiones que se necesitan urgentemente para frenar el cambio climático, el mundo no puede permitirse el lujo de renunciar a la eficiencia económica que ofrece un mercado global y abierto. Y para ello necesitamos reciprocidad, respeto de las normas multilaterales e igualdad de condiciones”.
Desde ACEA, los fabricantes de automóviles consideran que la nueva Comisión y Parlamento Europeos salidos de las recientes elecciones deben volver a poner firmemente la estrategia industrial en la agenda legislativa, y que ambos deben centrar sus esfuerzos en tratar de alcanzar un acuerdo industrial que permita establecer una estrategia holística en la UE y establecer a lo largo de todos los pasos una cadena de valor completamente digital y sostenible.
Momento de desarrollar una estrategia industrial
La UE se encuentra en una encrucijada crucial. Ahora es el momento de diseñar una estrategia industrial visionaria que no sólo preserve sino que eleve nuestra industria automotriz a nuevas alturas de competitividad. Esta estrategia es esencial para forjar un caso de negocio convincente para la transición a la movilidad con cero emisiones. La carrera global ha comenzado y mientras la UE aún se centra en la regulación y los objetivos, Estados Unidos y China ya están acelerando el avance con estrategias industriales audaces y coordinadas para incentivar la transición verde.
ACEA se reafirma, una vez más, en el compromiso inquebrantable de todos los fabricantes de vehículos con la movilidad sin emisiones. Un compromiso que tiene fiel reflejo “en los miles de millones que estamos invirtiendo para hacerlo realidad”. afirmó De Meo.
Pero, al mismo tiempo, la UE debe recodar que tiene que seguir siendo una potencia competitiva global para la industria automotriz. Por ello, desde ACEA se pide que se establezca una “estrategia industrial líder en el mundo no solo para abordar los desafíos compartidos de la sociedad sino también para seguir siendo competitivos en un mundo geopolítico que cambia rápidamente”.
Hay que invertir en toda la cadena de valor
Para lograrlo, ACEA recuerda su manifiesto #FutureDriven, donde ya pedía “una estrategia industrial visionaria para equilibrar el palo (la regulación) con la zanahoria y crear un caso de negocio para inversiones en todos los pasos de la cadena de valor verde y digital de la automoción.”
Para la estrategia industrial que solicita, desde ACEA se considera que es necesario liberar los apoyos financieros que permitan el desarrollo tanto de tecnologías de cero emisiones, como de reciclaje y recuperación de materias primas. También pide que se asegure un suministro confiable de materias primas críticas y que se permita a los fabricantes producir vehículos eléctricos de forma asequible y rentable en Europa.
Actividades para las cuales es preciso acelerar y agilizar los procesos de permisos para la instalación y puesta en marchas de las infraestructuras necesarias, así como garantizar un suministro constante y asequible de electricidad con bajas emisiones de carbono para todas ellas.
ACEA pide fortalecer el mercado del automóvil
Finalmente, es necesario consolidar un mercado del automóvil fuerte, que permita dar salida a todos estos esfuerzos. Para ello es preciso elevar las ventas de automóviles, especialmente la de los nuevos vehículos eléctricos, con el establecimiento de nuevos incentivos fiscales que, además, favorezcan el uso de este tipo de modelos.
Por último, desde ACEA se le recuerda a la nueva Comisión Europea la importancia de establecer en el ejecutivo de la UE un nuevo puesto de Vicepresidente Ejecutivo para el Acuerdo Industrial que contribuya a garantizar el desarrollo y cumplimiento de toda esta nueva estrategia industrial y que todas las nuevas iniciativas de la UE puedan y sean “controladas en términos de competitividad”.
En este sentido, el CEO del Grupo Renault y presidente de la Asociación de Fabricantes Europeos, Luca de Meo, esbozó previamente a las pasadas elecciones europeas lo que desde ACEA se consideraba como una nueva hoja de ruta de la descarbonización de la movilidad, exigiendo además una mayor flexibilización en los plazos para la prohibición de los vehículos de combustión, aunque si necesidad de mover la fecha fijada de 2035.
Flexibilizar el calendario sin abandonar el objetivo
«Necesitamos un poco más de flexibilidad en el calendario. Pero no hay que instrumentalizar la ralentización actual del mercado para abandonar pura y simplemente el objetivo. Sería un grave error estratégico«, explicaba Luca de Meo. Y es que, desde ACEA, se contempla con especial preocupación las posibles multas de Bruselas a los fabricantes por incumplir los niveles intermedios para la reducción de emisiones en conjunto de los vehículos que actualmente venden.
De Meo recordó las «decenas de miles de millones de euros» invertidos por los fabricantes en este proceso de transición y cómo un retraso de la fecha final de 2035 significaría «tirarlos por la ventana». En su opinión, «el poder político no puede —ni debe—cambiar de opinión justo en el momento en que se concretan nuestros esfuerzos con nuevos modelos que llegan al mercado. No debemos negar el progreso. Todas las sociedades que han negado el progreso en la historia han perdido. Y la electrificación en el automóvil forma parte del progreso».
Preocupación en ACEA por el bajo ritmo de ventas
La preocupación de ACEA y de su presidente viene dada por el bajo “ritmo” que el proceso está teniendo y que hace que cada vez sea “más difícil” cumplir con los objetivos intermedios fijados en el camino al veto a la combustión en 2035. Pasar del actual 10% de cuota de mercdado que tienen los eléctricos al 100% “en tan sólo 12 años va a ser muy complicado”.
Sobre todo si el actual estancamiento de las ventas de eléctricos durante esta primera mitad del año persiste. Un estancamiento que aparte de alejar a las marcas de la necesaria rentabilidad para afrontar el proyecto, también podría provocar que tuvieran que hacer frente a más de 10.000 millones de euros en multas “o tener que dejar de producir más de dos millones de vehículos híbridos. Sería absurdo”, consideraba De Meo.
El presidente de ACEA también considera que la reglamentación europea se ha elaborado sin un «análisis de impacto exhaustivo». Pese a su defensa del proceso de transformación, afirma que «el vehículo eléctrico no es más que una de las posibles soluciones para la descarbonización.
Al igual que otros muchos dirigentes europeos del sector del automóvil —entre ellos la reelegida presidenta de la CE, Úrsula Von der Leyen—, De Meo pide fijar los ojos en que el principal problema de las emisiones es el envejecido parque de automóviles en circulación. De Meo pidió trabajar en ello al igual que también considera que hay que hacerlo en carburantes con permitan un margen de mejora en las emisiones, como es el caso de los nuevos combustibles sintéticos que defiende la industria alemana Alemania, y promover los híbridos enchufables.
