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sábado, 23 noviembre 2024

El adiós a los coches gasolina y diésel disparará la venta de recambios

Como sabrás el año 2035 pondrá el punto y final a la comercialización de los coches con motores de gasolina y diésel. Sin embargo diferentes estudios apuntan a que esto supondrá un importante aumento en las ventas de recambios, pues los dueños de estos continuarán utilizándolos a partir de esa fecha en perfecto orden de revista.

Hace solo unas pocas semanas la Comisión Europea (CE) ha lanzado un ambicioso proyecto para plantar cara al cambio climático. Entre sus diferentes premisas se encuentra la de prohibir a los fabricantes de automóviles vender turismos alimentados por gasolina, diésel o gas. Y también supone un importante varapalo para los vehículos híbridos. Eso no es algo que sucederá en mucho tiempo, porque el año 2035 está a la vuelta de la esquina. La propuesta de Bruselas se traduce en que desde ese año no se podrán vender turismos ni furgonetas que emitan dióxido de carbono. Y así se adelanta en cinco años a lo propuesto anteriormente, porque la fecha inicial era 2040.

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Surgirá un mercado de recambios reutilizados para eléctricos

recambios coche

Pero a partir del año 2035 no solo los propietarios de vehículos con mecánicas térmicas se centrarán por buscar recambios reutilizados. Y es que todo apunta a que también supondrá el ascenso de un nuevo mercado: el de las piezas reutilizadas para coches eléctricos.

Actualmente la compraventa de recambios de segunda mano para este tipo de vehículos ‘0 emisiones’ supone menos del 2% de las operaciones de los talleres. Esa cifra aumentará de forma notable en los próximos años con el despegue definitivo de los coches eléctricos.

Entonces podemos fijarnos en el año 2035 como el horizonte temporal en el que las marcas tendrán tiempo para preparar vehículos mejores. Estos deberán ofrecer un extra de seguridad y muchas más autonomía. Aunque los fabricantes no son los únicos que están en el ojo del huracán. Y es que para garantizar la movilidad eléctrica también debe crecer de forma exponencial el número de puntos de recarga pública.

Y es que este detalle genera una importante desconfianza del conductor sobre el vehículo eléctrico. Esto además conlleva un envejecimiento del parque automovilístico español. Este detalle no dejará de aumentar hasta que el vehículo eléctrico tenga un precio asequible para el gran público, momento en el que sus ventas van a crecer de forma exponencial. Hasta que ese día no llegue, seguiremos viendo un aumento de coches de segunda mano por nuestras calles y carreteras, en detrimento de modernos vehículos. Y estos además tendrán un aprovechamiento extra de los recambios reutilizados, que se convertirán en piezas que jugarán un papel fundamental.

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