La UE es Victima de sus propias imposiciones de aranceles adicionales a los fabricantes chinos. La UE ha sido denunciada ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por los principales fabricantes de automóviles chinos debido a los aranceles suplementarios impuestos por Bruselas a sus importaciones. Una medida que los fabricantes del país oriental consideran discriminatoria y contraria a la práctica habitual en las relaciones comerciales internacionales.
Desde finales del pasado mes de octubre, la Unión Europea viene aplicando distintos tipos de aranceceles comerciales a cada fabricante en función de los subsidios recibidos del Gobierno chino que desde la UE se consideran ilegales.
Tanto el volumen de las ayudas recibidas como la ayuda prestada a las autoridades de competencia de la UE para aclarar la situación fueron consideradas por las autoridades de Bruselas a la hora de imponer unos nuevos aranceles adicionales al 10% establecido en la práctica comercial habitual entre China y Europa a sus respectivas importaciones. Aranceles suplementarios que oscilan, según el fabricante entre el 17 % y el 35% adicional.
Una acción lógica, según la UE
Las marcas fabricantes de automóviles chinos, lideradas por los Grupos BYD, Geely y SAIC, son las que han presentado la denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), acción considerada lógica por parte de las autoridades europeas, que ahora deberán afrontar su defensa ante su propia justicia.
“Los países de la Unión Europea somos un club basado en la aplicación de normas que hay que cumplir. Si la gente o las empresas no están de acuerdo con ellas y así lo considera, pueden llevarnos a los tribunales y dirimir si estas son o no justas”, ha comentado el portavoz de Comercio de la UE, Olof Gill en una reciente rueda de prensa.
La UE decidió aplicar a los fabricantes de automóviles chinos aranceles suplementarios que van desde el 17% al 35% en función de su grado de implicación en la percepción de ayudas que las autoridades comunitarias consideran ilegales dado que alteran el libre mercado establecido dentro de nuestras fronteras al permitir ofrecer a las marcas chinas precios muy por debajo de los normales en el mercado, distorsionando con ello la oferta presente en el mercado.
La UE debe defenderse ante sus propios tribunales
Para defenderse de las acusaciones de los fabricantes chinos, la Unión Europea tiene ahora un plazo de algo más de dos meses para preparar toda la documentación con la que habrá de rebatir las acusaciones. Según manifestó el portavoz de Comercio de la UE, dicha información está “profusa y ampliamente preparada y se basará en hechos” que fundamentarán la imposición de los aranceles.
No es la primera vez que China y la UE se enfrentan legalmente por este problema, el cual todavía está pendiente de resolución por parte de las autoridades de la Organización Mundial de Comercio, organismo ante el cual ambos países se denunciaron mutuamente por las prácticas anticompetencia realizadas por ambos países en este asunto; las ayudas económicas facilitadas a los fabricantes por parte de China y la imposición de los aranceles por parte de la UE, dado que ambas distorsionaban la oferta vigente en los mercados.
Los aranceles perjudican sobre todo al consumidor
Para los fabricantes chinos, las medidas adoptadas por la UE suponen levantar una barrera proteccionista que hace más difícil el acceso de sus marcas al mercado europeo. “La decisión de la UE —ha señalado un portavoz de la marca BYD— ignora los principios de equidad y perjudica a los consumidores europeos, que ahora tienen menos opciones de poder adquirir vehículos eléctricoa a precios competitivos”.
China tampoco ha permanecido parada a la espera de que se resuelva este asunto. En respuesta a la imposición de aranceles adicionales por parte de la Unión Europea, también puso en marcha investigaciones antidumping en distintos productos elaborados por la UE en el sector lacteo, porcino o de las bebidas, incrementando con ello las tensiones comerciales existentes entre ambas regiones a escala global.
Aún así, y pese a las evidentes diferencias mostradas entre las respectivas autoridades de China y de la UE ambas partes mantienen abiertas las negociaciones para alcanzar acuerdos que permitan superar esta conflictiva situación. En una reciente conversación telefónica entre el presidente del Consejo Europeo (Antonio Costa) y el presidente Chino, Xi Jinping, se animó a los representantes de ambas partes a seguir buscando un acuerdo que evite las tensiones y permita “garantizar la igualdad de condiciones para las empresas europeas y equilibrar de esta manera las deterioradas relaciones comerciales entre China y la UE”, según comentó Costa.
Por su parte, el presidente Xi Jinping incidió en la necesidad de alanzar una solución “mutuamente beneficiosa” a este conflicto comercial al tiempo que destacó que entre ambos “la cooperación debería primar sobre la competencia”.