Los vehículos eléctricos precisan de tratamiento específico a la hora de gestionar las labores de asistencia en carretera. Al menos eso es lo que piensa la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera. Por ello, ha pedido a Unespa reunirse para tratar adecuadamente y establecer los necesarios protocolos diferenciales de asistencia que este tipo de vehículos precisan.
En opnión de la entidad gruera, las labores de asistencia en carretera a vehículos eléctricos precisan claramente de un tratamiento diferencial a las que se realizan con vehículos dotados con motores de combustión, dados los considerables riesgos y costos adicionales que las mismas conllevan.
Tomar decisiones efectivas
La Alianza Nacional de Auxilio en Carretera, entidad que representa los intereses de las empresas de grúas y asistencias en carretera se ha puesto en contacto con Unespa buscando abordar de manera conjunta las diferencias y dificultades que la gestión de las incidencias y reparaciones y asistencia de los vehículos eléctricos presentan a la hora de prestarles servicios de asistencia en carretera frente a los modelos térmicos (gasolina y diesel) convencionales.
Todo ello con la intención de adoptar decisiones efectivas que permitan poder gestionar mejor las labores de auxilio en carretera de estos vehículos así como de ofrecerles a estos vehículos y sus propietarios los servicios de manera más eficiente y segura.
Según comentan representantes de la organización gruera, los vehículos eléctricos precisan ser atendidos por personas debidamente formadas así como también de una importante cobertura de riesgos laborales claramente diferenciada de la existente para los modelos dotados con motores de combustión .
Auxilio en carretera de mayor riesgo
“La asistencia a vehículos eléctricos comienza a producirse más allá de las situaciones anecdóticas sin que los riesgos de su manipulación estén definidos para el sector del auxilio en carretera”, destacan desde la organización que defiende los interés del sector.
Por ello, los miembros de la alianza consideran “conveniente” trabajar de manera conjunta con determinadas entidades y corporaciones —como es el caso de Unespa, asociación que representa a las compañías aseguradoras—, plataformas de asistencia y clubes automovilísticos, con el fin erradicar las posibles incertidumbres existentes tanto en la industria como entre los conductores asegurados y concretar las buenas prácticas en la gestión de las incidencias de los vehículos eléctricos en las carreteras,.
En este sentido, también destaca el comunicado la importancia que de cara a estas labores sobre vehículos eléctricos en las carreteras tiene el disponer de un protocolo de actuación definido y tarificado de modo diferenciado por las entidades antes mencionadas y del cual, además, la propia Dirección General de Tráfico sea igualmente conocedora y participe.
En palabras de Xavier Martí, portavoz de la Alianza Nacional del Auxilio en Carretera, los profesionales del sector confían “en la receptividad de Unespa para tratar ahora este asunto, antes de que la realidad les lleve por peores derroteros”.
Entre los problemas detectados por los profesionales, además de los inherentes a la manipulación y las posibles descargas eléctricas que un vehículo averiado pudiera provocar a los grueros en la carretera, también se encuentran otros muchos que es necesario considerar y controlar.
Así, por ejemplo, la asociación denuncia el riesgo de incendio que puede conllevar tanto el traslado de un vehículo eléctrico en la grúa como su posterior estancia en el taller o instalaciones del servicio de grúa, inhalación de gases altamente tóxicos, etc.
Igualmente se debe considerar que la descarga de las baterías puede provocar asimismo nuevas averías e imposibilidad de manipulación de determinados elementos necesarios para su desconexión, situaciones que provocan muchos daños que posteriormente puede que no queden cubiertos por las pólizas de las compañías aseguradoras.
Material y utillaje diferenciado
Y todo ello sin olvidarnos de que, tal y como señala la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera, los operarios y servicios de asistencia y auxilio en ruta precisan de elementos, utillaje y equipos de protección específicos para las intervenciones en vehículos eléctricos que faciliten su labor y les protejan en el desempeño de sus funciones.
No podemos olvidarnos nunca, claro está, de los graves riesgos añadidos de electrocución, intoxicación por gases, y otros más etc que estos pueden llegar a sufrir durante el desempeño de sus labores de asistencia.