Si nos ceñimos a las cifras oficiales, BMW M2 y Nissan Z Nismo son dos rivales que tienen una lucha bastante ajustada. Pero para demostrarlo en el mundo real, ahora los chicos de Edmunds se han llevado a estos dos sensacionales deportivos al circuito, donde han dejado claro que no están tan cerca en sus prestaciones como podríamos pensar inicialmente. Y no solo hablamos de carreras en línea recta, porque hay más pruebas entre ambos.
Mecánicamente tanto el BMW M2 como el Nissan Z Nismo recurren a motores con tres litros, seis cilindros y sobrealimentados. Bien es cierto que el de Múnich apuesta por un motor en línea, mientras que el japonés se decanta por un V6 que genera 426 CV de potencia y 520 Nm de par motor, cifras próximas a los 460 CV y 550 Nm que proporciona ese extraordinario TwinPower Turbo que en esta ocasión se acompaña de un cambio automático de 8 velocidades (recuerda que el BMW M2 también se vende con una transmisión manual de 6 relaciones). Eso es una marcha menos que el cambio usado por el Nissan Z Nismo.
El BMW M2 es más barato en EE.UU. que este Nissan Z Nismo
A pesar de la diferencia de potencia, el peso es clave para igualar la contienda entre estos dos deportivos coupé de propulsión posterior. Por cierto, el Nissan Z Nismo con dos asientos y el BMW M2 con cuatro. Este último arroja un peso de 1.750 kilos, que son 85 kilos más que lo que pesa el modelo japonés, detalle que ajusta sus relaciones de peso/potencia a 3,9 y a 4,3 kg/CV respectivamente para Nissan y BMW.
Pero ni con esas el Nissan Z Nismo bate al BMW M2, porque este último demanda 3,6 segundos para acelerar de 0 a 60 millas por hora (96 km/h), mientras que el nipón requiere de 4,2 segundos. En el cuarto de milla, más de lo mismo, con 11,6 y 12,3 segundos respectivamente, saliendo a 196,3 y a 186,8 km/h. Pero hasta lo mismo sucede a la hora de comparar sus precios, porque esta versión del Nissan Z tiene un precio en Estados Unidos de 68.290 dólares (62.785 euros), mientras que allí un BMW M2 cuesta 66.945 dólares (61.550 euros). Y eso es mucho menos que los 91.250 euros que el deportivo alemán cuesta aquí, independientemente del cambio elegido. No podemos decir lo mismo del nipón, ya que la casa japonesa desgraciadamente no lo ofrece en Europa.