Cuando el fabricante de Molsheim presentó allá por el año 2022 su extraordinario Bugatti Mistral, desveló que esta maravilla de la ingeniería concebida a modo de Chiron descapotable (porque en realidad es mucho más que eso) sería extremadamente rápida. Tanto como que hablaban de que su velocidad punta estaría limitada a 420 km/h. En ese momento nadie dudó de las prestaciones de un bólido que se mueve gracias al legendario 8.0 W16 con cuatro turbocompresores, bloque que eroga 1.600 CV de potencia y 1.600 Nm de par motor. Pero también era cierto que todo apuntaba a que los de Molsheim jamás desvelarían de lo que en realidad es capaz la joya con la que la casa francesa despide a ese propulsor de leyenda.
Y es que cuando Bugatti consiguió alcanzar los 490,48 km/h con su extraordinario Chiron Super Sport 300+ allá por el año 2019, estos aseguraron que dejaban de lado esa carrera por superar la barrera de los 500 km/h y que jamás volverían a disputar un récord de velocidad. Pero ahora ya sabemos que mentían, porque el pasado 9 de noviembre, una unidad del Bugatti Mistral y pilotada por Andy Wallace saltaba a la pista de pruebas de Papenburg en Alemania con un objetivo cristalino en el horizonte. Y que no era otro que convertir a este todopoderoso vehículo en el descapotable más rápido sobre la faz de la tierra.
El Bugatti Mistral será el último modelo que equipe el 8.0 W16
Para ello tenía que superar los 418,2 km/h que en el año 2013 había firmado el impresionante Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse, al igual que tenía que quedar por encima de los 426,6 km/h que en 2016 alcanzaba el Hennessey Venom GT Spyder. Hasta el pasado 9 de noviembre, el descapotable de producción más rápido del mundo. Porque la compañía de Molsheim ha llevado este extraordinario Bugatti Mistral hasta los 453,91 km/h, dejando claro que hay un gran potencial escondido tras el limitador de velocidad de esta maravilla de la ingeniería de la que tan solo se van a construir 99 unidades para todo el mundo. Por cierto, si quieres uno, que sepas que todos ellos ya están adjudicados por un precio de 5 millones de euros antes de impuestos y opciones.
Y es que está claro que el Bugatti Mistral que los chicos de Molsheim han utilizado para conseguir este nuevo récord de velocidad superará de calle esa cifra. Básicamente porque su afortunado dueño, propietario de la exótica ‘The Singh Collection’ en la que no falta ninguno de los famosos ‘World Record Car’ de Bugatti, acudió a los servicios del departamento Sur Mesure para personalizar esta joya a imagen y semejanza de sus antepasados. De ahí que su carrocería de fibra de carbono se adorne con infinidad de detalles en un inconfundible color Jet Orange. Combinación también presente en su habitáculo.