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BYD apuesta por Turquía para levantar una planta de vehículos eléctricos

Turquía acelera el paso para atraer inversión extranjera en la industria automovilística y fomentar el crecimiento de los vehículos eléctricos. El Gobierno de Recepp Tayip Erdogan está cerca de cerrar un importante acuerdo con el fabricante chino BYD, que podría implicar una inversión superior a 923 millones de euros para establecer su propia fábrica en Turquía.

Según información de ‘Bloomberg’, se espera que el Gobierno turco anuncie formalmente este acuerdo durante una ceremonia programada para el próximo lunes en la provincia de Manisa, al oeste de Turquía, donde se ubicará la planta de producción. Esta alianza permitiría a BYD acceder al mercado europeo con menores costes operativos, especialmente en un momento de tensiones comerciales entre Bruselas y Pekín.

Turquía, un mercado estratégico para llegar a Europa

Además, Turquía se vislumbra como un mercado clave para BYD en el sector de los vehículos eléctricos, dado que el año pasado estos representaron el 7,5% de las ventas totales de automóviles en el país euroasiático. Las proyecciones indican un incremento significativo en la adopción de vehículos eléctricos en los próximos años, con la previsión de alcanzar una cuota de mercado del 30,4% en 2032, lo que representa una oportunidad atractiva para los fabricantes del sector.

A pesar del interés de las inversiones extranjeras, Turquía incorporó un arancel adicional del 40% a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China a principios de junio. Este movimiento del gobierno del país tiene un segundo objetivo, pues busca respaldar a TOGG, el primer fabricante nacional de vehículos eléctricos en un mercado en plena expansión. ¡!– /wp:paragraph –>

Perspectivas de la fábrica BYD en Turquía

El acuerdo firmado entre BYD y Turquía para la construcción de una fábrica no solo fortalecerá la presencia del fabricante chino en Europa en cuanto a producción, sino que también va a establecer en el pais un centro de Investigación y Desarrollo. Además, las previsiones hablan de que esta factoría tenga una capacidad de producción de 150,000 vehículos eléctricos e híbridos anualmente.

La nueva planta permitirá a BYD mejorar su eficiencia logística en su intento por llegar a los clientes europeos de manera más efectiva. Aunque Turquía no forma parte de la Unión Europea, cuenta con un acuerdo aduanero con el bloque, lo que facilita el proceso de exportación hacia Europa. Se espera que la fábrica entre en funcionamiento para fines de 2026 y genere hasta 5.000 empleos, lo que supondrá un impulso adicional a la economía local.

Con una cuota de mercado de vehículos eléctricos en constante crecimiento y proyecciones optimistas para el futuro, Turquía se presenta como un terreno fértil para las inversiones en esta industria. La apuesta de BYD por establecer su presencia en el país no solo responde a la demanda local, sino que también abre las puertas a oportunidades de exportación y crecimiento a largo plazo en el competitivo mercado automotriz europeo.