Hace unos meses que la firma de la pajarita presentaba al mundo entero el esperado Chevrolet Corvette E-Ray, una criatura que no es otra cosa que el primer Corvette electrificado de la historia. Una criatura con una mecánica híbrida con la que presume de ofrecer unas extraordinarias cifras de potencia, prestaciones, eficiencia… Pero hoy nos vamos a quedar con las prestaciones, recordando que los chicos de Car and Driver midieron en Estados Unidos un tiempo de 2,5 segundos para acelerar de 0 a 60 millas por hora (96 km/h), de forma que se convertía en el Corvette más rápido de la historia, demostrando así que se podía enfrentar a los más duros superdeportivos del momento.
De ahí que ahora los chicos de Edmunds hayan decidido comprobarlo al enfrentar el Chevrolet Corvette E-Ray con una criatura tan rápida como lo es el McLaren 750S. Y lo hacen realizando dos carreras de tipo U que consisten en recorrer un cuarto de milla (402 metros), seguido de un giro de 180 grados y otro cuarto de milla en sentido contrario.
El Corvette E-Ray es el primer Corvette electrificado de la historia
De inicio el sensacional Chevrolet Corvette E-Ray saca a relucir su parte electrificada, que le dota de tracción a las cuatro ruedas y le permite sacar unos metros de distancia. Pero la criatura de Woking muestra el potencial que genera su 4.0 V8 Biturbo a los pocos metros de arrancar, así como un chasis mucho más afinado que el del americano, al igual que equipado con un poderoso equipo de frenos carbocerámico con el que intenta justificar la diferencia de precio. Y es que el Corvette E-Ray cuesta prácticamente una tercera parte que el McLaren 750S… sin contar opciones. Tanto es así que los chicos de Edmunds hablan de 117.545 dólares (108.160 euros) para el americano y de 329.500 dólares (303.200 euros) para el británico.
Pero el McLaren 750S no es tres veces más veloz que el Chevrolet Corvette E-Ray, porque en efectuar esta carrera demanda 29,6 segundos, mientras que el modelo de la pajarita se ha de conforman con unos brillantes 31,7 segundos. Y es que otro detalle que juega en contra del primer Corvette electrificado de la historia es un peso superior al modelo de Woking, que también le gana por 86 CV de potencia.
