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CX, el icono de Citroën cumple 50 años

El Citroën CX, una de las berlinas más emblemáticas de la célebre marca francesa, celebra su 50 aniversario desde su debut en el Salón del Automóvil de París en 1974. Este modelo no solo marcó un antes y un después en la industria automovilística, sino que también se erigió como un referente de innovación y diseño a lo largo de las décadas.

El Citroën CX fue diseñado para suceder al icónico DS, conocido popularmente como el «Tiburón». Desde su concepción, el nuevo modelo destacó por su revolucionario enfoque en la aerodinámica. De ahí, incluso, su nombre que es un guiño a su excepcional coeficiente aerodinámico de 0,35, una cifra extraordinaria para su época y comparable a la de muchos coches deportivos actuales. Este trabajo aerodinámico no solo mejoraba la eficiencia del vehículo, sino que también influía en su estabilidad y comportamiento en carretera.

CITROEN CX 1 Motor16

La estética del CX, con sus líneas fluidas e innovadoras, rompió con la tradición del diseño automovilístico de la época. El interior del vehículo fue concebido teniendo en cuenta la ergonomía y el confort, lo que representó un avance significativo respecto a sus competidores. El Citroën CX se posicionó como un coche atrevido y moderno, diseñado para cumplir con los desafíos de los años 70, como la crisis del petróleo, utilizando soluciones creativas e innovadoras.

El Citroën CX fue Coche del Año en Europa

Las innovaciones del CX no pasaron desapercibidas y por eso el modelo cosechó galardones de todo tipo. Desde su lanzamiento, este modelo recibió numerosos premios, destacando, sobre todo el de Coche del Año en Europa en 1975. Estos reconocimientos consolidaron al CX como un símbolo de modernidad y tecnología avanzada en la automoción.

Uno de los hitos más significativos del Citroën CX fue la incorporación de un motor diésel con turbocompresor, que marcó una primicia en su segmento. También destacó la incorporación de una versión, que ofrecía altas prestaciones y un gran comportamiento dinámico en carretera. Esta variante se convirtió en la opción preferida de los entusiastas de la velocidad.

Otro aspecto determinante del CX fue su suspensión hidroneumática, que garantizaba una conducción excepcionalmente suave y confortable. Esta tecnología proporcionaba una experiencia de conducción única y permitió que el CX se adaptara a diversas condiciones de la carretera con facilidad.

En la historia de estos 50 años del Citroën CX también hay protagonismo español, porque la avanzada berlina francesa se fabrico en Vigo. El éxito del Citroën GS con su innovadora suspensión hidroneumática, allanó el camino para que la planta de Citroën en Vigo asumiera una parte de la producción del CX. Entre 1976 y 1980, la factoría gallega fabricó un total de 17.199 unidades de este modelo.