Un control de alcoholemia es un acontecimiento tan necesario, como a veces curioso por el hecho de ver a los protagonistas del mismo, intentando maniobras intelectuales de todo tipo para no acabar siendo multados. No obstante, la Guardia Civil o la Policía Municipal no se tragarán este tipo de excusas y te harán el control.
A continuación, te dejamos algunos de los motivos más absurdos con los que la gente trata de zafarse de soplar en el alcoholímetro cuando saben que van a dar positivo.
1La prisa
Esta es seguramente una de las excusas más utilizadas por algunos de los conductores. Tras esas típicas frases de “no llego a recoger a mi hijo”, “tengo un familiar enfermo”, “no llego al trabajo” en muchas ocasiones lo único que se esconde es alguien que no quiere hacer el control y trata de, mediante la pena, intentar que la autoridad que en ese momento requiera se apiade y le deje ir. No obstante, esto no será así y deberá soplar como todo al que paren.