Convertida ya en la marca que más modelos de 0 emisiones -eléctricos e híbridos enchufables- vende en el mundo -adelantó a Tesla hace unas semanas- BYD (Build your Dreams) se prepara para el reto de llegar a Europa. Y sabiendo que el mercado europeo es, posiblemente, el más exigente del mundo, la firma china ha preparado una alineación de altura para poder competir en el continente.
Porque en su apuesta hay un componente importante y es que quieren competir con las marcas más asentadas, reconocidas y buscadas. No vienen con el argumento del precio, sino con el de la calidad, la tecnología y la innovación. Incluso se ‘atreven’ a lanzar modelos allá donde lo que hay son marcas y modelos premium. Pero su capacidad parece permitirles esa osadía.
Eso es lo que se aprecia en la gama de modelos que mostró -y que pudimos conducir- en la presentación de su llegada a Europa, celebrada en Holanda. Son tres modelos totalmente eléctricos con los que va a dar la batalla.
2BYD Atto3, el escalón de entrada
La gama con la que BYD llega a Europa está formada por tres modelos: el Atto3, un SUV del segmento C pensado especialmente para el mercado europeo y desarrollado sobre la nueva plataforma 3.0. Con 4,4 metros de longitud cuenta con un motor eléctrico de 150 kW (204 caballlos) y un batería de 60,5 kWh, que le permite una autonomía de 420 kilómetros bajo el protocolo WLTP. Un tracción delantera que puede cargar en tomas de hasta 88 kW, con lo que en 29 minutos puede llenar del 30 al 80 por ciento de la batería. Entre sus prestaciones, los 7,3 segundos que tarda en acelerar de 0 a 100 km/h.
Compacto pero muy espacioso, espacioso, es el primer SUV construido sobre la avanzada plataforma electrónica 3.0 de BYD y tiene interesantes elementos, como la bomba de calor de serie. En su interior, de diseño ‘excesivamente chino’ a mi parecer, el espacio está garantizado. Lo mismo que una experiencia muy digital en todo lo que tiene que ve con su uso. En una ligera y rápida toma de contacto, demuestra un comportamiento sano, muy para el día a día. Acelera con prontitud, pero no es un tiro, y lo hace de manera progresiva. Dirección y frenos tienen buen tacto y las suspensiones, incluso en el modo Sport, nos parecen demasiado blandas. Todo dependerá del precio, pero argumentos ahora que todo va a buscar un eléctrico, tiene.