La gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos que se construirá en Figueruelas (Zaragoza) representa una oportunidad sin precedentes para el empleo y la economía aragonesa. Con la colaboración de las empresas Stellantis y CATL, este proyecto proyecta la creación de aproximadamente 3.000 nuevos puestos de trabajo. La inauguración está prevista para 2028, aunque el inicio de la producción comenzará en 2026, con la capacidad de manufacturar un millón de baterías anuales una vez que esté a pleno rendimiento. En este artículo, analizaremos cómo este proyecto impactará positivamente en el tejido empresarial y en el mercado laboral de Aragón.
Impacto en el empleo: 3.000 puestos de trabajo en juego
Durante una reciente rueda de prensa, los representantes de las organizaciones CEOE, Cepyme, UGT y CCOO en Aragón han coincidido en que la llegada de la gigafactoría es un motor para la creación de empleo en la región. Miguel Marzo, presidente de CEOE Aragón, ha declarado que este proyecto es fundamental para asegurar los 35.000 empleos existentes en el sector de la automoción. Además, subrayó que el impacto positivo en el empleo será notable: “Los números van a cambiar muy positivamente en Aragón”.
María Jesús Lorente, presidenta de CEPYME Aragón, también destacó que “este trabajo viene de atrás”, evidenciando que el éxito de este proyecto es fruto de un trabajo constante y discreto. Resaltó que una de las grandes fortalezas de la economía aragonesa es el diálogo social, que no solo permite establecer relaciones sólidas entre los sectores económicos, sino que también promueve la creación de empleo.
Beneficios para el pequeño tejido empresarial
El impacto económico de la gigafactoría de baterías va más allá de los empleos directos. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) también se beneficiarán de esta inversión. Lorente menciona que la elección de Aragón como lugar para este proyecto no es casualidad, pues ofrece ventajas competitivas únicas frente a otros países europeos.
Este desarrollo no solo potenciará el empleo directo en la industria de la automoción, sino que también fortalecerá al pequeño tejido empresarial que rodea esta actividad. Las pymes jugarán un rol crucial en el suministro de componentes y servicios, generando así un ciclo de riqueza que beneficiará a toda la comunidad.
La inversión en el sector de la automoción: un pilar fundamental
El secretario general de UGT, José Juan Arceiz, ha subrayado la importancia de esta inversión, manifestando que “esta inversión es fundamental para atornillar la fábrica de Stellantis”. Además, sugirió que es imprescindible que las fábricas aragonesas comiencen a producir no solo las baterías, sino también las piezas para la manufactura de vehículos eléctricos.
En este sentido, el futuro del sector de la automoción en Aragón está claramente delineado hacia la producción de vehículos eléctricos. “El futuro del sector será eléctrico”, apuntó Arceiz, y esta transformación requerirá de mano de obra cualificada y adaptada a las nuevas tecnologías.
La importancia de adaptarse al cambio
Manuel Pina, secretario general de CCOO Aragón, enfatizó que la inversión en la gigafactoría es esencial, no solo por los empleos directos que generará, sino porque se estima que la industria crea 2,5 empleos indirectos por cada puesto de trabajo directo. Esto convierte la inversión en una cadena de valor que impactará a diversas áreas de la economía aragonesa.
Pina también mencionó que Aragón se encuentra en una posición privilegiada para convertirse en un líder en la transición hacia el vehículo eléctrico. “Aragón puede ser ‘ganador’ en esta transición”, aseguró, destacando cómo las industrias auxiliares también se verán beneficiadas.
Un entorno favorable para la inversión
Benito Tesier, presidente del Clúster de la Automoción de Aragón, añadió que la región ofrece ventajas competitivas que difícilmente se encuentran en otras partes de Europa. Esta capacidad para adaptarse y ofrecer condiciones favorables para la inversión es clave en el éxito del proyecto.
La colaboración entre el gobierno regional y los agentes sociales es un factor determinante que ha permitido la atracción de este tipo de inversiones. La declaración de interés general (DIGA), aprobada por el Consejo de Gobierno, es un ejemplo de cómo se están sentando las bases para un futuro próspero en el sector.
Flexibilidad laboral: un acuerdo esencial para el futuro
La firma de un convenio colectivo de cuatro años en el sector de la automoción, que incluye la reducción de jornada y flexibilidad, ha sido otro de los hitos destacados por los representantes de los sindicatos. Este tipo de acuerdos son esenciales en un contexto donde la adaptación rápida a los cambios del mercado es crucial. “El sector pasa por un principio darwinista: No va a ser el más grande ni el más pequeño, sino el capaz de adaptarse, el más rápido”, concluyó Pina.
Este enfoque en la flexibilidad y la adaptación es fundamental en un mundo laboral que evoluciona constantemente, y se alinea perfectamente con las necesidades del sector automotriz en la era de la electrificación.