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El McLaren F1 destripado por Maurizio Zagarella para adelantar a su sucesor

Es un secreto a voces que la compañía de Woking está limando los últimos flecos a un nuevo integrante de su extraordinaria gama Ultimate Series. Esa criatura se va a convertir en el digno sucesor espiritual del icónico McLaren F1, una maravilla de la ingeniería de la que ahora nos da detalles en este vídeo publicado por la firma británica nada menos que Maurizio Zagarella, quien fuera uno de los responsables del proyecto de crear aquella maravilla de la ingeniería que revolucionó en 1992 lo que se entendía por un superdeportivo.

Pero es que Zagarella también trabajó años después en el desarrollo del McLaren P1, otra de las obras de arte de la compañía de Woking y que lanzaron al mercado en el año 2013. Aquel bólido híbrido estaba conectado con su antepasado, el McLaren F1, pues como afirma Zagarella, los dos modelos están «conectados entre sí a través de su ADN». Y como se suele decir: No hay dos sin tres.

El McLaren F1 sirve de inspiración para crear un nuevo superdeportivo

De ahí que la compañía británica esté inmersa en el desarrollo de uno de sus extraordinarios superdeportivos, una criatura que se va a posicionar en esa división Ultimate Series junto a los conocidos Speedtail, Elva y Senna lanzados al mercado en los últimos tiempos. Según apuntan diferentes medios, esa criatura que podría ver la luz en las próximas semanas, debería convertirse en una realidad en algún momento de 2026. Pero también afirman que tan exótico superdeportivo usará una avanzada mecánica híbrida donde la voz cantante la llevará un nuevo V8 Biturbo, pero que contará con tecnología heredada de la Fórmula 1.

Ese digno sucesor espiritual del McLaren F1 se va a sustentar sobre un chasis de fibra de carbono, material con el que también estará construida su carrocería, que presentará las futuras líneas de diseño de los próximos modelos de la casa británica y que presumirá de contar con la más avanzada tecnología en materia de aerodinámica. De la misma manera suenan rumores de un precio de venta entorno a los dos millones de euros, así como de una producción limitada a 400 ejemplares, detalle que le hará ser menos exclusivo que sus antepasados, porque del electrizante P1 se fabricaron 375 unidades, mientras que de aquel maravilloso F1 los de Woking ensamblaron 106 piezas. Como las que también hicieron del rapidísimo Speedtail, que comparte un detalle único con el F1 y del que carecen los que se tildan de ‘sucesores espirituales’. El puesto de conducción central.