La gesta protagonizada por un Porsche 911 al conquistar la cresta del volcán Ojos del Salado (Chile), el más alto del planeta (6.734 metros), y establecer un récord mundial de altitud se ha convertido también en una exitosa película documental, ganadora del premio al “Mejor largometraje documental” en los International Motor Film Awards de 2024.
Bajo el título “Edith: Porsche’s Volcano Ascent (El ascenso al volcán de Porsche)”, el documental muestra la historia de la subida a este volcán de un 911 preparado para la ocasión. Una aventura que tardó cuatro años en planificarse y ejecutarse con un pequeño equipo humano que superó dos intentos fallidos hasta lograr su objetivo.
El filme –de 50 minutos de duración– se estrenó en la Monterey Car Week y es obra de los cineastas independientes TangentVector. Y el público puede ya visionarlo en las plataformas de Prime Video de Alemania, Estados Unidos y Reino Unido. También pudieron disfrutar de él los pasajeros de los vuelos de la compañía Delta Air Lines.
La aventura llevó al equipo de Porsche al límite
Como muestra la película, alcanzar la cumbre de este volcán chileno no fue nada sencillo. Al trabajar a altitudes de más de 6.000 metros, con temperaturas muy por debajo de cero grados y con la mitad de oxígeno de lo habitual, tanto el equipo como el coche se encontraron en situaciones extremas; el proyecto llevó al equipo al límite y dio lugar a una historia cautivadora y muy humana.
Para JF Musial, cofundador de TangentVector, «es maravilloso que la historia pueda verse por primera vez en casa. Este proyecto es exactamente lo que se ve reflejado en el documental: un pequeño equipo trabajando sin cesar, grabando sus miedos, sus momentos de derrota, su sentido de la fe y, en última instancia, su euforia durante un período de cuatro años en condiciones casi imposibles”.
Al volante, el ganador de Le Mans Romain Dumas
La gesta del Porsche nueveonce que narra la película se logró en diciembre de 2023 con un 911 propulsado por combustibles sintéticos. El piloto de carreras Romain Dumas fue el que estableció el nuevo récord mundial apoyado por un equipo internacional compuesto por miembros de Chile, Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá y Suiza.
El equipo que apoyaba al tricampeón de Le Mans se enfrentó a condiciones extremas. El aire en altitud era solo la mitad de denso que a nivel del mar, mientras que las temperaturas rondaban los 20 grados bajo cero. En el intento de récord, además de Edith (el coche con el que se consiguió, más ligero y ágil), participó también Doris, que se quedó a unos 6.000 metros.
El coche que batió el récord fue desarrollado por RD Limited en colaboración con la marca de automóviles. Una versión muy especial, con una capacidad todoterreno excepcional, basada en el actual 911 Carrera 4S. El motor bóxer de seis cilindros y 3.0 litros de 443 CV se mantuvo en su estado original y se asoció a la transmisión manual de siete velocidades de serie.
El coche funcionó con lubricantes Mobil 1 de fábrica, lo que permitió que el sistema de propulsión funcionara sin problemas incluso en climas extremadamente fríos.
Los dos coches estaban equipados con asientos de fibra de carbono y arneses de cinco puntos. Entre las preparaciones, se aumentó la distancia al suelo (hasta 350 mm). También redujeron las relaciones de transmisión, lo que permitió un accionamiento del acelerador preciso y suave a baja velocidad. Además, los coches estaban equipados con una protección especial para los bajos de la carrocería de fibra de aramida, ligera pero extremadamente resistente, para facilitar el desplazamiento sobre rocas.
El Porsche del récord contó con una tecnología adicional muy especial, la dirección electrónica, desarrollada y proporcionada por el Grupo Schaeffler. El sistema, llamado Space Drive, fue capaz de satisfacer las exigencias únicas y extremas del volcán y el terreno, ofreciendo precisión y una información detallada que permitió a Romain Dumas colocar el coche justo donde lo necesitaba, a menudo mientras ascendía pendientes precarias y casi verticales.
Ambos vehículos funcionaron íntegramente con eFuels HIF, creados en Chile. Los eFuels se fabrican a partir de agua y dióxido de carbono mediante energía renovable, lo que permite un uso prácticamente neutro de CO₂ en los motores de combustión, ya que el CO₂ capturado durante su producción equivale aproximadamente al CO₂ emitido durante el uso del vehículo.