A finales de la década de los años ‘80, dos superdeportivos como eran el Ferrari F40 y el Porsche 959 se batían en duelo para convertirse en el vehículo estrella y por acaparar más portadas en las carpetas de los estudiantes. Pero ese duelo que comenzó en las carreteras, se trasladó también a los circuitos e incluso a los videojuegos como The Duel: The Drive II.
Ese duelo parecía estar ganado de mano por el modelo del ‘cavallino rampante’, aunque los de Zuffenhausen decidieron contraatacar con su Porsche 959 Sport. Como sabrás, esta versión, de la que apenas se llegaron a ensamblar 29 unidades, tenía mejoras en el chasis, en el motor bóxer de seis cilindros (pasaba de 450 a 515 CV), en el peso (se ahorraban unos 100 kilos)… De ahí que pudiera acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4,0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 339 km/h.
Este Porsche 959 fue uno de los primeros prototipos
Sin embargo esta unidad que recientemente ha podido conducir Henry Catchpole para uno de los episodios de The Driver’s Seat es aún más especial. Para comenzar se trata de uno de los primeros prototipos desarrollados por la firma alemana para concebir su Porsche 959 definitivo y es conocido con el código F9. Aparentemente parece un Sport, pero este prototipo se dice que es unos 200 kilos más ligero que una versión Comfort gracias al uso de materiales experimentales por aquellos entonces.
Este prototipo fue llevado a países como Suecia o Argelia para ser debidamente analizado. De ahí que incluso tenga un sistema de escape específico, un alerón con una forma diferente, no hay lavafaros, cuenta con piezas fabricadas a mano… Este Porsche 959 Sport F9 fue recientemente vendido por Girardo & Co, pero su precio no ha trascendido. Aunque un 959 ‘normal’ suele costar entre 1,5 y 2 millones de euros, te podrás imaginar que esta pieza tan especial ha sido mucho más cara.