Han pasado ya cerca de tres años que desde la República Checa saliera a la luz una revitalizada compañía automovilística conocida con el nombre de su capital y fundada allá por el año 1907. Y estos lo hicieron por la puerta grande de la mano de un exótico superdeportivo conocido como Praga Bohema, el cual ahora ha llegado hasta el famoso aeródromo de Dunsfold, donde los chicos de Top Gear tienen su famoso circuito de pruebas, sobre el que esta criatura que combina potencia y ligereza ha dejado a todos impresionados con su tiempo: el más rápido de los vehículos de calle y sin electrificar.
Porque como seguro ya sabes, este Praga Bohema esconde en la posición central de su chasis monocasco de fibra de carbono el sensacional motor 3.8 V6 Biturbo que hereda del deportivo Nissan GT-R. Ahora bien, la compañía checa confía en los especialistas de Litchfield Motors para buscarle las cosquillas y alcanzar los 710 CV de potencia a 6.800 rpm y los 750 Nm de par motor entre 3.000 y 6.000 rpm. Acompañado de una transmisión secuencial de seis velocidades, este poderoso bloque apenas tiene que mover los 982 kilos que pesa este bólido con matrícula gracias al masivo uso de la fibra de carbono en su construcción.
Del Praga Bohema se construirán un máximo de 89 unidades
Gracias a todo ello el Praga Bohema puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos, así como superar la barrera de los 300 km/h. Pero lo más impactante es que su elaborada aerodinámica le permite generar más de 900 kilos de carga (prácticamente lo que pesa el vehículo) cuando circula a 250 km/h. Sin duda alguna esto ha sido un detalle fundamental para que en Dunsfold pudiera parar el crono en un tiempo de 1 minuto y 09,8 segundos. Para que lo tengas en cuenta, ese tiempo es una décima superior al fascinante tiempo que consiguió en ese mismo escenario el Aston Martin Valkyrie, una criatura electrificada con 1.140 CV de potencia.
Otro de los detalles a tener en cuenta es que no fue The Stig quien se puso al volante de este Praga Bohema en la pista de pruebas de Top Gear. O por lo menos el actual The Stig. Y es que al volante de semejante criatura estuvo nada menos que el piloto Ben Collins, quien durante varias temporadas se convirtió en el misterioso rostro oculto tras ese casco de color blanco. Pero que ahora, junto a Romain Grosjean, se ha convertido en piloto de pruebas de la compañía checa y quien entrega estos impresionantes Praga Bohema a sus afortunados propietarios. 89 como tope.
Fotos: Praga
