A pesar de las numerosas limitaciones que se le han impuesto en los últimos años por parte de la FIA, no cabe duda alguna que los monoplazas de Fórmula 1 continúan siendo el paradigma en cuanto al rendimiento cuando hablamos de vehículos con cuatro ruedas. Pero la reciente llegada de impresionantes vehículos eléctricos como pueden ser el Rimac Nevera o el McMurtry Spierling han puesto en entredicho esa hegemonía. Sobre todo cuando hablamos de aceleración pura y dura en línea recta.
Y para comprobar lo rápidos que estos Rimac Nevera y McMurtry Spierling son respecto a un monoplaza de Fórmula 1, los chicos de Carwow se han llevado a estas tres máquinas a una pista. Además hay que tener en cuenta que ese Fórmula 1 no es una pieza cualquiera, porque se trata del Red Bull RB8 con el que Sebastian Vettel consiguió su Campeonato del Mundo en el año 2012. Por lo tanto hablamos de una avanzada criatura que esconde un motor 2.4 V8 capaz de generar más de 800 CV de potencia. A pesar de tan extraordinaria cifra, es muy inferior a lo ofrecido por sus dos adversarios ‘0 emisiones’. Aunque con sus 700 kilos de peso también es de largo el más ligero del trío.
El Rimac Nevera es el más potente y el más pesado del trío
Para ponerlo en perspectiva hay que decir que el Rimac Nevera tiene cuatro motores eléctricos que generan 1.914 CV de potencia, que han de mover cerca de 2.300 kilos de peso, muchos de ellos provenientes de su batería con 120 kWh de capacidad. Por su parte el McMurtry Spierling, el coche más rápido en Goodwood limita su laste a 1.000 kilos, mientras que sus dos motores eléctricos inyectan 1.000 CV de potencia. Y por si no fuera suficiente, cuenta con un sistema de ventiladores para generar hasta 2.000 kilos de carga aerodinámica para pegarlo al asfalto. Si bien, la casa británica limita su velocidad máxima a 150 millas por hora (240 km/h), mientras que el Rimac Nevera puede llegar a los 412 km/h.
En este enfrentamiento con salida parada, tanto el Rimac Nevera como el McMurtry Spierling demuestran su potencial, mientras que el monoplaza de Fórmula 1 sucumbe ante el poderío de sus mecánicas eléctricas, donde la del McMurtry corta a los mencionados 240 km/h, dejándole sin posibilidades, aunque firmando ambos eléctricos un tiempo de 8,4 segundos en el cuarto de milla. Eso es 1,1 segundos menos que lo que necesitó el Red Bull RB8. Pero con una salida lanzada a 80 km/h la cosa cambia, porque aquí el monoplaza de Fórmula 1 mantiene el tipo del Rimac Nevera, mientras que el McMurtry se desinfla a esos 240 km/h. Velocidad que superaron de forma holgada sus otros dos contrincantes.