El sector de la automoción en España se enfrenta a un momento crítico, y el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, ha hecho un llamamiento a las administraciones para que proporcionen ayudas directas que impulsen el desarrollo del vehículo eléctrico. Este artículo explora la situación actual del sector, las propuestas de Ruiz-Tagle y la importancia de las energías renovables en la transición hacia una movilidad sostenible.
La necesidad de ayudas directas
Durante su intervención en el Foro de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), celebrado en la Casa de América de Madrid, Ruiz-Tagle subrayó que aunque el Plan Moves ofrece beneficios significativos en términos de volumen, es indispensable implementar ayudas directas. Según él, «la gente necesita que cuando se compre un coche, no haya demoras o que no sepan cuánto se les va a descontar al hacer la declaración de la renta.
Las ayudas directas son esenciales para eliminar las barreras que inhiben a los consumidores de optar por vehículos eléctricos. El CEO de Iberdrola aboga por utilizar la red de concesionarios como un canal eficaz para acelerar la implementación de estas subvenciones, afirmando que «si queremos cambiar el eléctrico de cero a cien, debemos creer en esta tecnología de sustitución.
Importancia de la energía renovable en la automoción
Ruiz-Tagle ha enfatizado que estamos en un «momento histórico» para la industria automovilística española. La transición hacia el coche eléctrico está ligada a la creciente importancia de las energías renovables para lograr la independencia y autonomía eléctrica del país. El CEO de Iberdrola ha destacado que «en el mundo se venden más de 17 millones de vehículos eléctricos al año», lo que indica una tendencia imparable.
En España, se estima que el 50% de la producción de energía en 2024 provendrá de fuentes renovables. Esto es crucial para establecer un entorno más estable en el mercado de automóviles eléctricos y lograr precios fijos para los consumidores, eliminando así las fluctuaciones que caracterizan a los combustibles fósiles.
Desafíos en la infraestructura de carga
Aunque Ruiz-Tagle considera que la disponibilidad de puntos de carga no es el principal problema, sí reconoce que España debe mejorar en este aspecto. «Para alcanzar los niveles de otros países europeos, es necesario una mejor extensión de red, acelerar los tiempos con los ayuntamientos y ministerios y poner en marcha aquellos puntos que no están operativos», señaló. La falta de infraestructura funcional genera reticencias al eléctrico entre los conductores potenciales.
Acuerdo entre Anfac e Iberdrola
Un paso significativo en la dirección correcta es el reciente acuerdo alcanzado entre Iberdrola y Anfac para la instalación de nuevos puntos de recarga en España. Ruiz-Tagle indicó que en la actualidad existen 40,000 puntos de recarga y que Iberdrola espera añadir otros 4,000 puntos en los próximos doce meses. Este desarrollo es fundamental para aumentar la confianza de los consumidores en el uso de vehículos eléctricos.
Movilidad sostenible y diversificación del transporte
La visión de Iberdrola no se limita a los turismos; también se está trabajando en otros sectores, incluidos los vehículos comerciales ligeros y pesados. Ruiz-Tagle ha mencionado que la compañía está incorporando tecnología eléctrica en vehículos de larga distancia, como camiones, y también en autobuses que sirven para la movilidad urbana en las ciudades. Esta diversidad en el enfoque de movilidad es clave para fomentar un ecosistema más sostenible.