El legendario Dacia 1300 puso en marcha la movilidad del pueblo rumano. En Rumanía, el coche del pueblo no es el mítico Volkswagen Beetle ni el icónico Fiat 500, sino el Dacia 1300. Este es el vehículo más querido por el pueblo rumano en los años 70 y 80. Puso al país en vías de desarrollo sobre ruedas y es el modelo emblemático de Rumanía durante más de tres décadas.
El Dacia 1300 marcó la memoria colectiva familiar y a día de hoy te puedes encontrar uno en forma de taxi recorriendo las calles. Este exitoso modelo es el protagonista de muchas experiencias y sentimientos que lo inscribieron para siempre en el patrimonio afectivo de los rumanos. La economía rumana pronto lo adoptó y el público también puesto que se apresuraron a comprar lo que era el vehículo más moderno de Europa del Este y uno de los más accesibles.
El hermano rumano de nuestro querido Renault 12, se gestó en 1969. Es uno de los pocos vehículos que cuenta con una serie exclusiva destinada a altos miembros del partido y del gobierno rumano.
En los años ochenta, la marca rumana lanzó la versión familiar del 1300 en 1973 y tras dos años llegó un nuevo modelo pick-up basado en el mítico coche.
Los orígenes de Dacia se remontan al año 1966, cuando la marca en propiedad del estado rumano, construye una fábrica de automóviles en la ciudad de Pitesti. Dos años después, la marca rumana firma un acuerdo de cooperación con el gigantesco Grupo Renault y comienza la fabricación de varios modelos bajo la patente gala.