Nuestro país podría tener una red de 48.209 cargadores de acceso público (hay un total de 37.876 en marcha) si entrarán en funcionamiento los puntos no operativos, que son uno de cada cinco y han aumentado en el último trimestre del año hasta los 10.333. Esto supone que más del 21% de la infraestructura instalada en España no está operativa.
Los trámites burocráticos ralentizan la puesta en marcha de los puntos de recarga para coches electrificados y este es uno de los indicadores que evidencia que nuestro país avanza todavía de forma lenta en materia de electrificación. Según los datos del último Barómetro de la Electromovilidad, publicado por la asociación de fabricantes Anfac, en lo que llevamos de año, la red de cargadores pública creció en 12.696 puntos respecto a 2023, con un incremento más que notable, de un 50%. Pero, para cumplir los objetivos de descarbonización marcados por Bruselas, España debería cerrar el año con 63.500 puntos de recarga públicos.
Si se pusieran en marcha todos los cargadores que ahora mismo hay instalados y no están operativos, al menos, la red superaría el objetivo de 45.000 cargadores marcado para 2023, «lo que subraya la urgencia de actuar sobre este porcentaje inactivo», explican desde Anfac.
Señalización de los cargadores
A esto se añade otro problema: el hecho de que los cargadores no cuentan con la suficiente señalización en las carreteras. Según explica, José López-Tafall, director general de Anfac, “los millones de euros que están invirtiendo los fabricantes y los operadores de carga no son visibles porque no tenemos señales en la carretera que nos indiquen dónde están las electrolineras. Estas señales están ya diseñadas y aprobadas hace más de dos años por la DGT pero no se están instalando», ha explicado.
Esto ha motivado que la asociación de fabricantes haya pedido al Gobierno que lleve a cabo un plan de choque para que en tres meses los cargadores que existen en nuestras carreteras estén señalizados en toda la red viaria nacional. «Si esto pudo hacerse cuando se modificó la velocidad máxima no entendemos que ahora se tarde años”, añade López-Tafall.
España, muy por debajo de la media Europea en cargadores instalados
Según el citado Barómetro de la Electromovilidad, en el tercer trimestre del año, el indicador de infraestructura de recarga (que mide el grado de desarrollo de la red de cargadores públicos) se situaba en 9,3 puntos, muy por debajo de la media europea, que está en 18,5 puntos. España sigue bajando en este ranking y solo hay dos países que ocupan una posición peor: República Checa, con 6,7 puntos, y Hungría, con 4,2 puntos.
Por otra parte, actualmente solo el 29% de los cargadores instalados tienen una potencia superior a 22 kW. Esto supone que el 71% de los puntos de recarga con los que cuenta España, el tiempo para la recarga es de entre 3 y 19 horas. España tiene solo 2.705 cargadores ultrarrápidos, con una potencia igual o superior a 150 kW, lo que representa el 7,1% del total de puntos de carga de acceso público operativos.
Matriculaciones a la baja
A la lenta puesta en marcha de los cargadores se unen las bajas matriculaciones de vehículos electrificados. En el último trimestre se vendieron un total de 80.232 coches electrificados, lo que supone menos del 30% del cumplimiento del objetivo anual establecido en 280.000.
Estas cifras lastran el cómputo global de electromovilidad, es decir, el indicador que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de cargadores de acceso público, que está en 15,3 puntos sobre 100.
El Barómetro destaca que nuestro índice nacional ha crecido respecto al trimestre anterior mientras que el europeo ha caído 5 décimas en relación con el trimestre anterior, pasando de 29,1 a 28,6, debido, principalmente, al estancamiento de las ventas de coches electrificados en el mercado de Alemania. España ha crecido más que el país germano en este indicador en el último trimestre.
Un índice en el que, por el que respecta a España, hay que cuatro comunidades autónomas que crecen por encima de la media (15,3): Navarra, Cataluña, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
