Una de las grandes noticias del mundo del automóvil en los últimos días, ha sido el cambio de denominación del último producto de Alfa Romeo, que finalmente llegará al mercado como Junior. Sin duda se trata de uno de los casos más sorprendentes tanto en cuanto se ha producido después de presentar oficialmente el coche y cuando dicho nombre se conocía desde finales de 2023… tras insinuar que se llamaría Brennero.
Sin duda se trata del caso más flagrante, aunque para nada es el único modelo que ha cambiado de denominación ‘sobre la bocina’. Nuestros colegas de la web norteamericana Carscoops han hecho una interesante recopilación con más casos similares al del Milano/Junior. Algunos te sonarán, y otros ni te los imaginabas.
El Alfa Romeo Giulietta iba a llamarse… Milano
No cabe duda de que la marca italiana tiene el nombre de Milano entre ceja y ceja. No en vano, la marca fue fundada en Milán (en italiano, Milano) en 1910 y durante décadas dicho nombre figuró en su escudo; concretamente, hasta principios de los años 70. Lo que quizá desconocías es que en 2009, cuando estaban preparando su compacto ‘anti-Golf’, la idea inicial era llamarlo Milano, pero los responsables decidieron que no era buena idea ya que la firma iba a cerrar su centro de diseño de Arese, una localidad italiana de la provincia de Milán, para llevarse la producción a Turín. De este modo, rescataron el nombre Giulietta.
Peugeot obligó a cambiar el nombre del Porsche más mítico
Este quizá sea uno de los casos más conocidos, pues no en vano afecta al deportivo más legendario en la historia del automóvil. En 1963, cuando Porsche reveló el sustituto del 365 en el marco del Salón del Automóvil de Frankfurt, le acompañaba la denominación 901. Pero ¿qué fabricante tenía la costumbre (y sigue teniendo) de usar denominaciones numéricas de tres cifras con un cero en medio? A Peugeot no le pareció bien y la marca de Stuttgart lo rebautizó como 911. Eso sí, ya había construidos 82 unidades, alguna de las cuales sigue en funcionamiento.
De no ser por Renault, es posible que el Fiat Panda hubiese pasado a la historia
El caso del Milano no es el primero en el grupo Fiat. En 2003 la marca italiana daba por finalizada la producción del Panda, quizá su mayor icono detrás del ‘Cinquecento’. No obstante, ya tenía preparado un sustituto más moderno y práctico, para el cual eligieron el nombre Gingo. De hecho, llegó a presentarse así, incluso se hizo merchandisising con ese nombre. Sin embargo, poco antes del evento que organizaron para que los periodistas pudieran probarlo, pasó a llamarse Panda. El motivo no es otro que la protesta de Renault, puede según la marca francesa fonéticamente sonada muy parecido a Twingo, que además era uno de sus principales rivales.
Volvo tuvo que agregar un ‘0’ a su gama de acceso
En 1996 Volvo tenía lista su nueva berlina de acceso con tracción delantera, el S4. Entonces llego Audi con el argumento de que esa denominación le pertenecía, no de un modelo, sino de una versión de corte deportivo del Audi 100 de principios y mediados de los años 1990. La solución fue sencilla, agregar un cero al final y crear el S40. No obstante, también tuvo que rebautizar por completo la carrocería familiar, que iba a llamarse F4… y, obviamente, no podía llamarse F40. De este modo, por mantener la concordancia, fue renombrado como V40.
Audi y sus líos de números
Tiene cierta gracia que Audi impidiese el uso del nombre S4 cuando más o menos por la misma época (mediados de los 90) estaban inmersos en el cambio de denominaciones de modelos más importante de su historia reciente. De esta manera, el Audi 100 pasaba a denominarse A6, y su versión deportiva, el 100 S4, se renombraba como S6. No obstante, tenía lógica que la marca de los cuatro aros no quisiera perderla, puede a finales de 1997 reaparecería como en la gama del recién llegado sustituto del Audi 80, el A4.
A última hora, Ford decidió que su renovado compacto no podría llamarse Escort
Hoy día no imaginamos que Volkswagen decida llamar a su compacto de otra manera que no sea Golf, se consideraría poco menos que un sacrilegio. Toyota renombró Auris al Corolla en algunos mercados, y finalmente regresó al original. A finales de los 90, Ford iba a presentar el nuevo Escort, pero a última hora los dirigentes decidieron que un modelo tan tecnológico y avanzado no podía conservar el mismo nombre estrenado 30 años antes. De ahí que tomasen la decisión de llamarlo Focus, y la verdad es que no puede decirse que les saliese mal.
Un despiste de Ford le hizo perder una de sus denominaciones míticas
En 2002, en pleno auge de la ‘retromanía’, Ford hizo renacer a su mayor icono, el GT40, a través de un prototipo. La aceptación fue tan buena que se pasó a producción, pero Ford había olvidado registrar el nombre, quizá cegado por su batalla con Ferrari en Le Mans en los 60, y este pertenecía a un fabricante artesanal con sede en Ohio. Las negociaciones seguían su curso a poco de presentar el coche y Ford tomo la decisión de usar el nombre GT a secas.
Sin embargo, puede que herida en su orgullo, argumento que el cambio de denominación se debía a que el nuevo modelo no respetaba las 40 pulgadas de altura a las que hacía referencia el nombre original.
A este Ferrari se le conoce más por su apodo que por su nombre oficial
El 365 GTB/4 es uno de los Gran Turismo más emblemáticos de Ferrari, aunque curiosamente es más conocido por su nombre no oficial: Daytona. En la propia web de la marca hay una noticia que lo explica: “Por una vez, el nombre oficial de un Ferrari es en realidad menos conocido que su denominación extraoficial: el 365 GTB/4 se conoce universalmente como el ‘Daytona’, sobrenombre acuñado tras la victoria absoluta en las 24 Horas de Daytona de 1967, en EE.UU, donde los coches del cavallino conquistaron los tres primeros puestos del podio. Es el primer caso en Ferrari, que el apodo permanece a pesar del tiempo y la identidad del ‘Daytona’ es la que ha pasado a la historia”.
Ante la duda, Aston Martin cambió el nombre del Vantage GT3
En 2015, Aston Martin presenta la versión de carreras del Vantage, al que bautiza como Vantage GT3. No tardó en llegar la la protesta de Porsche, con el argumento de que llevan usando esta denominación en el 911 desde 1999 y que fue registrado en 2011. A modo de curiosidad, la FIA hasta 2013 la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) denominaba GT3 a su campeotado europeo, año en el cual se fusionó con el mundial (GT1) para crear el Campeonato FIA GT Series. ¿Tuvo Porsche algo que ver?
Buick y los nombres ofensivos según el idioma
Para finalizar traemos otro caso de denominación que ha de modificarse por su significado en según qué idioma. Aquí en España tenemos dos casos muy llamativos, el del Mitsubishi Montero, cuyo nombre oficial era (y sigue siendo) Pajero, y el Opel Cascada, que en el caso de nuestro país fue renombrado a Opel Cabrio. Al otro lado de Atlántico también hubo un caso con ciertas connotaciones de tipo sexual: el Buick Lacrosse mutó a Allure en Canadá, puesto que ‘faire la crosse’ (traducido literalmente, hacer la cruz) tiene connotaciones poco adecuadas en la jerga de Quebec, de habla mayoritariamente francófona. Tiene gracia, pues hoy día con el nombre Allure hubiesen tenido problemas con Peugeot…
