El Gobierno trabaja en un plan de ahorro y eficiencia energética. Lo aprobará la semana que viene y cuenta con recomendaciones para que los ciudadanos reduzcan el consumo. Entre ellas, destaca la de reducir la velocidad a la que circulamos con el coche por autovía hasta los 100 km/h.
Entre marzo y julio de 2011, el Gobierno redujo el límite de velocidad en las autovías y autopistas a 110 km/h. El objetivo del Ejecutivo con esta maniobra era buscar el ahorro energético. Pese a que obligó a gastarse miles de euros en la modificación de las señales viales. Por suerte, el límite a 110 km/h duró poco, pero ahora, el Gobierno vuelve a la carga y propone conducir a 100 km/h por autovía.
3¿Serviría de algo esta recomendación?
Según el Gobierno, poner en práctica esta recomendación repercutiría de forma positiva en el bolsillo de los consumidores. La razón es que a 100 km/h, un vehículo consume menos combustible que a 120 km/h. ¿Es cierto? La respuesta depende de muchos factores. No en vano, los coches actuales son lo suficientemente eficientes como para que la diferencia de gasto entre 100 y 120 km/h sea realmente poco significativa.
La mayor repercusión de esta práctica sería el tiempo que se invierte en los desplazamientos. Más allá del poco combustible o energía eléctrica que se pueda ahorrar circulando 20 km/h por debajo del límite legal en autovía o autopista, hay que pensar en lo que se alargarían todos los trayectos por este tipo de vías.
Prácticamente no habría diferencia con los camiones, que pueden circular a un máximo de 90 km/h en autovía y autopista. De esta forma, se tardaría alrededor de una hora más en recorrer la distancia que separa Madrid de Barcelona.
