¿Te tomarías una cerveza sabiendo que puede costarte 1.000 euros? Parece una broma de mal gusto, pero la Dirección General de Tráfico (DGT) no se lo toma a la ligera. En su cruzada por reducir la siniestralidad en las carreteras, España podría implementar una de las medidas más restrictivas en Europa respecto al consumo de alcohol al volante. Y no estamos hablando de los bares de lujo en Ibiza o Las Vegas, sino de controles de alcoholemia en las carreteras nacionales.
3¿Y cuánto costará ese trago?
El precio de la infracción será elevado, literalmente. Las sanciones mínimas comenzarán en 600 euros y la retirada de 4 puntos del carne , pero podrían duplicarse hasta los 1.000 euros para reincidentes. Un castigo que pretende disuadir a cualquier conductor de combinar alcohol y volante, incluso en cantidades mínimas.
Beber y conducir es mucho más que arriesgarte a una multa. Aunque te sientas «normal» tras un trago, el alcohol afecta tus reflejos, tu juicio y tu comportamiento al volante. Según la Fundación Mapfre, incluso tasas tan bajas como 0,3 gr/l pueden provocar comportamientos más agresivos y temerarios, además de afectar tus tiempos de reacción.
Con el estómago vacío, el alcohol se absorbe más rápido, alcanzando su pico de concentración entre 30 y 90 minutos después de la ingesta. En ese momento crítico, tus reflejos estarán Mermados, y el riesgo de accidente será mucho mayor.