Este próximo verano será presentada la nueva generación del Mercedes-Benz Clase E, una avanzada berlina que estrena una nueva era en cuanto a volantes digitalizados. Y es que en su aro se han instalado diferentes sensores para detectar si el conductor lo está agarrando, presenta botones táctiles ubicados en los radios del mismo… Pero hace 120 años, cuando nació la firma de la estrella, los volantes no eran así. Ni mucho menos.
Hace más de 120 años, el primer automóvil patentado por Carl Benz, al igual que el diseñado por Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach, no tenía volante para dirigir sus ruedas, sino que empleaban una sencilla palanca, un timón como el que podían utilizar los carruajes de caballos de la época.
El primer volante data de 1894
El primer volante no aparece hasta el año 1894 y se considera obra del ingeniero francés Alfred Vacheron. Debuta en un Panhard & Levassor que era impulsado por un motor Daimler, en la primera carrera automovilística que se recuerda, que iba de París a Ruán en julio de ese año. A pesar de conseguir un mejor control sobre el vehículo y demostrar que esa tecnología tendría futuro, Alfred consigue finalizar la carrera en undécima posición.
El mundo de la competición es el que desarrolla el volante como lo conocemos actualmente. En 1900, Daimler-Motoren-Gesellschaft equipa a su deportivo de carreras Phoenix con un volante, que llega al coche de calle en 1902 con el Mercedes Simplex.
Con el paso de los años, la columna de la dirección sirvió de base para instalar diferentes funciones del vehículo, mientras que el volante se convirtió en la base para el claxon, que debuta en la década de los años '20.
En 1949, también asume la función de activar las señales de giro, unas sencillas palancas de unos 20 centímetros que se desplegaban en los laterales de la carrocería. Y como sabrás, con el tiempo han sido reemplazados hasta llegar a los intermitentes dinámicos que todos conocemos.
En la década de los años '50, el volante comienza a contar con nuevas funciones de confort y de seguridad. En 1951 el Mercedes 300 Adenauer (W186) y el Mercedes 220 (W187) integran la palanca de cambios en la columna de la dirección, solución que mantuvo hasta los años '70 y que recuperó con el sistema Direct Select lanzado en 2005.
Otra nueva función para el volante llegó en 1955, cuando se instaló una palanca para dar ráfagas con las luces de carretera. Y si, la dirección asistida llega en 1958.
En 1959 llega la columna telescópica
Un año más tarde el Mercedes W111, que en España conocíamos como 'Colas', se convirtió en la primera berlina en emplear las zonas de deformación controlada en caso de accidente. Una de sus virtudes fue que la firma de la estrella desarrolló una columna de dirección articulada, la cual no invadía el habitáculo en caso de colisión frontal. Mercedes-Benz patentó la columna de dirección telescópica y un amortiguador de impacto, que son estándar en todos sus vehículos en 1967.
En 1963 la cosa se complica, pues al volante le surgen nuevas ramificaciones para controlar los limpiaparabrisas.
A partir de los años '70 se tiene más conciencia sobre la seguridad y en 1971 se lanza el Mercedes 350 SL Roadster, que estrena el primer volante de cuatro radios, el cual proporcionaba protección extra contra impactos. Sus radios incluso absorbían las fuerzas en caso de accidente para no romper el aro del volante.
En diciembre de 1975 se lanza el Mercedes 450 SEL 6.9, uno de los primeros vehículos en utilizar el control de velocidad, el antepasado del actual Distronic, un sistema que llegó al Mercedes Clase S (W220) en 1998 y que permite mantener la distancia de seguridad con el vehículo que llevamos delante.
En 1981 el volante se usa de base para integrar el primer sistema de airbag en el Mercedes Clase S (W126). Este sistema de protección se convierte en equipo de serie en todos los turismos de la firma de la estrella en 1992, mientras que el airbag del acompañante llega en 1994. Esta bolsa de aire tenía un diámetro de 720 milímetros y un volumen de 64 litros que se desplegaba en 30 milisegundos.
En 1998 aparece el sistema Comand, que no solo agregaba avances como la navegación, el sistema de entretenimiento y demás, sino que también llega un volante multifunción desde el que poder controlar prácticamente todas las funciones del vehículo.
En el año 2005 los Mercedes Clase M y Clase S regresan a una palanca de cambios colocada en la columna de dirección, que a su vez añadía levas en el volante para poder controlar las marchas de su transmisión 7G-Tronic.
Desde entonces los volantes de Mercedes-Benz han ido evolucionando incluso en sus formas, con superficies angulares para hacerlos más compactos y ofrecer mejores agarres al conductor. En 2016 el Mercedes Clase E se convierte en el primer automóvil del mundo equipado con botones táctiles, hoy presentes en la inmensa mayoría de los modelos de la estrella.
Cuatro años más tarde, este actualizado Clase E estrena una nueva generación de volantes que incluso presentan en su interior sensores para detectar la posición de las manos del conductor, incluso con temperaturas superiores a los 100 grados centígrados.
Además estará disponible en tres versiones: Sport, Luxury y Supersport. Además de variar su diseño, también varían su tamaño desde los 370 milímetros del más deportivo hasta los 380 de la versión Luxury, mientras que el aro varía su grosor entre 42 y 44 milímetros, por lo que sí, ahora es mucho más complejo que aquel simple timón de carruaje.