La seguridad vial en zonas escolares ha sido siempre prioridad en muchas ciudades del mundo. Albany, en el estado de Nueva York, no es la excepción. Recientemente, el ayuntamiento ha decidido instalar radares de velocidad en las áreas próximas a colegios para controlar el tráfico y reducir los accidentes. La medida, aunque bien intencionada, ha provocado un volumen de multas que ha sorprendido a propios y extraños: en solo dos semanas, Albany ha registrado cerca de 13.000 sanciones por exceso de velocidad.
3Vigilar las zonas escolares: todo un desafío
El motivo por el que Albany ha decidido recurrir a los radares es porque no hay personal policial suficiente para controlar el tráfico en estas áreas urbanas, especialmente durante las horas de entrada y salida de los colegios. Las autoridades locales admiten que no pueden destinar efectivos a todas las escuelas; por ello, la instalación de radares ha sido la solución para suplir esta carencia de vigilancia en puntos críticos.
Por el momento, la ciudad cuenta con ocho radares en funcionamiento, pero el plan es expandir la cifra hasta alcanzar la veintena en los próximos meses. En función del éxito de la medida, el ayuntamiento instalará más dispositivos hasta enero de 2025. El objetivo es crear un ambiente de seguridad sostenida, aunque algunos críticos consideran que la tecnología no puede reemplazar la supervisión humana.